18 de agosto de 2012

Plata agridulce

Tras, probablemente, el Campeonato más sufrido de la última década, España se ha vuelto a colgar una medalla de plata olímpica. Era lo que se esperaba desde el principio, defitivamente mucho más de lo que se llegó a pensar, visto lo visto en la fase de grupos.

La verdad es que yo no confiaba mucho en la capacidad de los nuestros para competir durante los 40 minutos de la final. No lo consiguieron hacer contra ninguna selección, salvo 10 minutos contra Francia y los ilusionantes 20 minutos finales contra Rusia. Demasiado poco se me antojaba para hacel algo sonado contra los USA Boys, que habían destrozado a una combativa Argentina sin dar la impresión de llegar a necesitar esforzarse al 100%. 

Pero, contra todo pronóstico, probablemente liberados de la presión de haber llegado al objetivo marcado, España no solo compitió sino que lo hizo de tú a tú, llegando con opciones reales de victoria hasta prácticamente dos minutos antes del pitido final. 

Un partido para la Historia, como aquella final de Pekín en 2008. Con más mérito si cabe, puesto que esta España es inferior a aquella y, no olvidemos, con cuatro años más. 

Para el recuerdo queda un soberbio segundo cuarto en el que se remontaron 8 puntos de desventaja. Para el recuerdo queda un no menos soberbio tercer cuarto, en el que España se puso por delante y aguantó las embestidas de los USA Boys (no había risas en el banquillo, esta vez, sino los cojones de corbata).

Y para el recuerdo los primeros cinco minutos del último cuarto en que se mantuvo la esperanza hasta que un par de despistes hicieron que la diferencia se tornara excesiva para el poco tiempo que quedaba. 

Excepcional esfuerzo de Navarro, con 19 puntos al descanso (solo 2 más al final). Tremendo el trabajo defensivo de Rudy Fernández y su aportación ofensiva. Tremendos Marc e Ibaka. 

Y espectacular Pau Gasol (24 + 8 + 7) que nos llevó a sus espaldas durante muchos minutos y al que los norteamericanos fueron a presentar sus respetos, uno a uno, al acabar el partido. De nuevo, el jugador más determinante del baloncesto FIBA. 

Fuente: ACB.com


Se notaba que este partido sí estaba preparado y trabajado. Como si fuera EL partido y todo lo anterior no sirviera de nada. Escarolo, esta vez sí (para ser justos, también lo hizo contra Francia y Rusia), hizo un buen planteamiento del partido y reaccionó bien a los problemas que iban surgiendo. Se controló el rebote y, sobre todo, las pérdidas de balón. España hizo un partido casi perfecto.

Lo que no fue suficiente porque delante se encontraba un extraterrestre Kevin Durant, un tío que tira triples como quien está dejando una bandejita y que con 30 puntazos tranquilizó a los suyos (se nota que Kobe está ya un escalón por debajo y se tiró unas mandarinas que...). 

No sé, esto ya es baloncesto-ficción, pero si no hubiera jugado Durant, quizá estaríamos cantando la mayor gesta del baloncesto español (o nos hubiera crujido otro, pero no veía yo a ninguno con estómago para hacerlo...). 

Lo que viene ahora será duro. El Eurobasket 2013 será, seguramente, de transición y habrá que rebajar las expectativas (esperemos que habrá renuncias sonadas). Y el Mundobasket 2014 será, también, el canto del cisne de esta generación que tanto nos ha dado (seis finales en siete años).  Luego, Dios dirá, pero habrá que esperar décadas hasta reunir un grupo con tanta calidad y afán de competir como este.

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