25 de abril de 2015

Me parece perfecto

Hace unos días saltaba la noticia: Flip Saunders, de los Minnesotta Timberwolves, anunciaba que el tobillo de Ricky Rubio necesitaba reposo y que este verano se entrenaría con el cuerpo técnico. Dicho de otro modo, este será un verano sin Selección para Ricky Rubio.

Me parece perfecto. Ahora, el nuevo seleccionador (aunque espero que no, parece que será de nuevo Escarolo) podrá hacer una verdadera lista sin tener en cuenta nombres, sino hombres. 

Seamos claros: por diferentes razones, ni Calderón ni Rubio deberían estar en la convocatoria. El primero, porque el Padre Tiempo ha sido bastante inclemente con él. El segundo, porque está tremendamente sobrevalorado para el baloncesto FIBA. 

La aparición de Rubio en los JJOO de Pekín, con apenas diecisiete años, fue espectacular. No voy a negarlo, como tampoco que desde entonces ha habido mucho más ruido que nueces con su juego. 

Hasta el punto que la Selección parece que juega con cuatro efectivos en ataque. No es capaz de meter un tiro librado con regularidad, a pesar de la tan cacareada práctica que se supone está realizando. Sonrojantes porcentajes esta temporada de 35,6% en tiros de campo (36,7% en su carrera) y 25,5% en triples (31,4% en la carrera) son demoledores para un base titular con más de treinta minutos por noche. Como sonrojante es el hecho de que estos porcentajes son los peores de su carrera. 

 
Ni aro he tocado esta vez, oye...


No hay más que recordar cómo el maestro Obradovic ordenó a sus huestes flotar a Ricky en las eliminatorias disputadas contra el FC Barcelona. Tampoc hay más que decir, viendo cómo terminó aquello. 

Por eso, Ricky, quédate en casa este verano. Será un gran servicio a la Selección.



19 de abril de 2015

Comienza lo bueno

Ya están aquí.

De hecho, ya han empezado ayer: son los playoffs de la NBA. Las eliminatorias por el título más abiertas de los últimos años, sin favoritos claros y plagados de nuevos chicos en el barrio que pretenden hacerse respetar. La cosa es si lograrán hacerlo o tendrán que esperar un año más. 

Mi pronóstico va así:

Atlanta (60-22) - Brooklyn (38-44): el juego coral de los Hawks no debería tener problema en derrotar a unos Nets que se han metido de casualidad en las eliminatorias por el título y que dependen en exceso de Brook López, Joe Johnson y Deron Williams. Debería ser una victoria clara de los de Georgia, quizá un 4-1.

Cleveland (53-29) - Boston (40-42): aquí no puedo ser objetivo. Cleveland ha pasado por fases de juego desastrosas, pero se han repuesto bien coincidiendo con la mejora de las prestaciones de Lebron, la llegada de Mozgov y de JR Smith. Love ha sido más bien un fracaso. Enfrente estarán los Boston Celtics, por los que nadie daba nada pero que han llegado a las eliminatorias en una temporada en que se han deshecho de Jeff Green y de Rajon Rondo, acelerando lo que parecía un proceso de reconstrucción a las bravas. Pero el grupo de chavales de Brad Stevens ha conseguido quince victorias más que el año pasado y ha mejorado mucho con el pequeño Isiah Thomas. Será una eliminatoria para que los orgullosos verdes maduren y en la que no tienen nada que perder. Si aprovechan la inercia del fin de temporada, podrían poner las cosas difíciles. Probablemente Cleveland ganará por la vía rápida, 4-1. 


Los orgullosos verdes confían en Brad Stevens


Chicago (50-32) - Milwaukee (41-41): en Chicago ha vuelto Rose y los titulares están sanos. Pero Thibodeau los ha sobreexplotado y habrá que ver cuánto minutaje les queda en las piernas. Gasol ha tenido una temporada memorable a sus 34 años y Mirotic, mal que me pese, ha tenido varios momentos de gran inspiración y un mes de marzo tremendo. Enfrente unos Bucks que también han sorprendido pero que se han venido un poco abajo al final y que tienen poco que ofrecer aparte del Greek freak, Giannis Antetokoumpo. Mérito de Jason Kidd en su segunda temporada como entrenador. Demasiado poco se me antoja. Chicago 4-1.

Toronto (49-33) - Washington (46-36): dos de las sorpresas agradables de esta temporada, aunque los capitalinos parecen un equipo más hecho y con un quintento titular (Wall, Pierce, Beal, Nene, Gortat) mucho más sólido que los canadienses. Sobre el papel debería ser la eliminatoria más reñida y mi pronóstico es de 4-3 para los Wizards. 

Warrios (67-15) - Pelicans (47-35): un crédito tremendo para Steve Kerr que ha firmado la mejor campaña de un debutante de los banquillos y que ha pulverizado el record de victorias de la franquicia. Stephen Curry debería ser el MVP, siendo el mejor jugador del mejor equipo de la Liga con bastante diferencia sobre los demás. Los Pelicans tienen bastante con aprender y mejorar, y llegarán hasta donde les lleve Anthony Davis. Warriors 4-1

Houston (56-26) - Dallas (50-32): Harden ha tenido una temporada bestial y solo un tremendo Westbrook ha podido arrebatarle el título de máximo anotador. Pero la temporada de Dwight Howard no ha sido muy buena y se les ve como un poco solos en el equipo. Enfrente Dallas, en el que Nowitzki ya no es el que era, que han empeorado mucho desde la llegada de Rondo y que el añadido de Chandler Parsons no les ha dado el salto de calidad que esperaban. Viene a ser un enfrentamiento de quiero y no puedo, porque cualquiera de los dos no debería llegar muy lejos. Difícil pronóstico, pero digamos Houston 4-3.

Clippers (56-26) - San Antonio (55-27): una pena para los Clippers, pero enfrente tendrán a unos Spurs que han ganado más de cincuenta partidos en la temporada por decimosexta vez consecutiva y que han tenido un par de meses finales de lo mejorcito que se les recuerda. Como siempre, llegan con el minutaje contado por ese relojero que es Popovich. Parece que Paul y Griffin son demasiado poco, así que habrá que ver lo que aporta DeAndre Jordan. Yo diría Spurs 4-2. 

Portland (51-31) - Memphis (55-27): otros dos equipos que han ido de más a menos en la temporada. Tanto unos como otros llegan con unas sensaciones que no son del todo buenas y habrá que ver cómo se desarrollan los  primeros choques. Quien sepa parecerse más a su mejor versión, ganará. Y en eso tienen ventaja los Grizzlies, con un poderoso y versátil juego interior que debería darles ventaja. Memphis 4-2.

 


11 de abril de 2015

50 x 16 = SPURS

Estos tipos lo han vuelto a hacer. Otra vez.

Desde la temporada 99-00, la que Phil Jackson denominaría la posterior al títuo del asterisco, los San Antonio Spurs han ganado cincuenta partidos (o más) en la temporada regular. La racha es ya de dieciséis temporadas consecutivas, que serían dieciocho de no haber sido por el cierre patronal de la temporada 98-99 (la de su primer título) en la que consiguieron solo 37 (que, llevadas al cómputo de una temporada normal, serían alrededor de sesenta).




Bestial.

Tan bestial es la cosa, que incluso en la segunda temporada de cierre patronal, la 2011-12 en al que solo se jugaron 66 partidos, ganaron cincuenta. 

Dieciséis temporadas consecutivas. Más de 800 victorias, que se dice pronto. 

Hace poco Toni Parker se convirtió en el jugador con más victorias en sus primeros 1.000 partidos de la NBA. Hace un poco más, el trío Duncan - Parker - Ginóbili, se convirtió en el trío con más victorias superando a los orgullosos verdes Bird - Parish - McHale. 

Para ponerlo en perspectiva, Tim Duncan atesora más temporadas de al menos cincuenta victorias que veintiséis equipos de la NBA. 

Y, si queremos ponerlo en gráficas, no hay más que echar un vistazo a la de abajo: los Spurs tienen el mejor porcentaje de victorias, con diferencia, de toda la NBA desde la temporada 96-97. 



Un equipo que ha ido evolucionando, desde la defensa como razón de ser a jugar un juego preciosista y colectivo que ahora otros equipos quieren imitar. 

Ya he hecho pública mi sangre céltica que permanece inalterable pase lo que pase, pero eso no quita para que reconozca que los San Antonio Spurs son un modelo a seguir y que, cuando su gran trío se retire, habrá que guardarles un lugar en la Historia del Baloncesto. Así, con mayúsculas

Bueno, y ahora a casa a jugar unas partiditas al NBA 2K15

2 de abril de 2015

Una vida con la Selección - Eurobasket ´95

Retomamos esta sección, que habíamos dejado con el mal sabor de boca del Mundobasket de 1994 y el famoso chinazo que, junto con el angolazo, constituyen los puntos más bajos de la historia moderna de la Selección.

En Grecia se celebró un nuevo Eurobasket en el año 1995 y allí que se dirigieron los chicos de Lolo Sáinz con el doble propósito de restañar esa herida y clasificarse para los Juegos Olímpicos a celebrarse el año siguiente en Atlanta. 

Además el campeonato tenía el aliciente de volver a ver a la selección de Yugoslavia en lo que era su retorno a la máxima competición tras el oro de Roma ´91 y los siguientes años de sanciones. Juntaron un equipazo que automáticamente se convirtió en uno de los máximos favoritos para el oro.

Las catorce selecciones participantes quedaron encuadradas en dos grupos de siete, de los cuales los cuatro primeros equipos se clasificarían para los cruces de cuartos de final. 

El grupo A lo conformarían Yugoslavia, Lituania, Grecia, Italia, Israel, Alemania y Suecia. Los plavi no defraudaron y ganaron todos sus partidos, quedando primeros de grupo. Lituania, con otro gran equipo, quedó segunda con 5-1. La anfitriona Grecia e Italia completaron en cuarteto de selecciones clasificadas, mientras que Israel (2-4), Alemania (1-5) y Suecia (0-6) fueron comparsas y apenas presentaron problemas a los anteriores.

El grupo B lo formaban, además de España, otro equipazo como Croacia, Rusia, Francia, Eslovenia, Turquía y Finlandia. Los croatas resolvieron bien sus partidos (+10 a España, +6 a Rusia, +9 a Francia) aunque sin demasiados alardes, y quedaron primeros de grupo con 6-0. Por detrás, un triple empate entre España, Francia y Rusia resuelto a favor de los nuestros (-11 con Francia, pero +16 con Rusia). Entre medias, tocó sufrir con Eslovenia (+3 y gracias, con partidazo de Herreros). 

El segundo puesto era un regalo envenenado que dirigía a los nuestros al choque con los griegos. Un gran partido de Christodoulou, Fassoulas y Ekonomou y la actuación parcial de los árbitros, hicieron estéril el esfuerzo de Herreros (15), Alfonso Reyes (13+12), Ferrán (14+7) y Smith (9+9). España quedaba fuera de semifinales por segundo Eurobasket consecutivo y debería luchar por el quinto puesto que daba acceso al Preolímpico. 

El resto de los cruces no deparó sorpresas: Lituania venció 82-71 a Rusia con Sabonis esplendoroso (33+14). Croacia a Italia (71-61) con Kukoc en plan estelar (24+10+3) y la selección de Yugoslavia destrozó a Francia (104-86) a pesar de los 38 puntos de Bonato. 

En semifinales, Lituania se deshizo de Croacia, haciendo estériles los 25 puntos de Radja y los 17 de Komazec en un partido gris de Kukoc, gracias a Sabonis (26+17), Marciulionis (27+7+4), Karnisovas (19) y el eterno Kurtinaitis (16). En el otro lado del cuadro, Yugoslavia derrotó a Grecia (60-50) en un partido bastante pobre.

La final estaba servida. Por un lado la resurgida Yugoslavia. Por el otro, la potente Lituania. El partido de la primera fase no significaba nada y ambas selecciones querían el triunfo por encima de todo. Nos ofrecieron un partido espectacular, uno de los mejores del baloncesto FIBA quizá hasta las finales olímpicas disputadas por España ante Estados Unidos. Lo tuvo todo: emoción (96-90 al final, 48-49 al descanso) y polémica (el equipo lituano estuvo a punto de retirarse por lo que entendían era un atentado arbitral; Djordjevic, sabedor de que su país necesitaba volver a sentirse ganador, consiguió mediar y que el equipo lituano volviera a la pista). 

Pero, sobre todo, fue un partido en el que las estrellas ejercieron como tales. Empezando por Marciulionis (32+6+6), Sabonis (20+8) y Karnisovas (19) para continuar con Bodiroga (12+4+3), Danilovic (23) y, sobre todos, Djordjevic (41 puntos, 9/12 triples, 40 minutos). 



Los plavi reconquistaron el trono que les fuera arrebatado por la fuerza en una demostración de carácter y calidad como pocas veces se ha visto y demostrando que, de no haber sido por las sanciones, hubieran dominado el baloncesto continental como no se veía desde los tiempos de la extinta Unión Soviética. 

Croacia remontó el partido a Grecia para llevarse el bronce, sobreponiéndose a un partido pésimo de sus teóricas estrellas y a la baja de Kukoc gracias a los secundarios Zuric y Mrsic.

Por su parte España las pasaba moradas para derrotar a Francia (75-74) gracias a Xavi Fernández y al mejor partido de Antonio Martín en el campeonato (18+11) ante el bajón de los que habían sido los principales baluartes del equipo. 

Nos jugábamos el todo por el todo ante Italia, pero si bien hacía unos pocos años estos duelos eran por títulos o medallas, en esta ocasión se trataba de un premio menor, el quinto puesto de la clasificación final. Italia supo valer su juego y el carácter de hombres como Pitis, Abbio, Fucka y Rusconi y derrotó a España (82-75) que se basó de nuevo en Herreros (22), Alfonso Reyes (16+16) y Ferrán. Una derrota que propició el castigo de faltar a unos Juegos Olímpicos después de cuatro participaciones consecutivas.

No fue el español el único fracaso pues Rusia (vigente subcampeona de Europa y del Mundo) quedó en séptimo lugar y fuera del Preolímpico. Esto precipitó que Alexander Gomelski proclamara que los Juegos tenían que contar, sí o sí, con Rusia. De poco le valió.

El mejor jugador del torneo fue Sarunas Marciulionis, máximo anotador y tercer asistente. Le acompañaron Sabonis (segundo anotador, mejor reboteador con un mejor registro de 23 rebotes ante Grecia)), Kukoc (máximo asistente), Christodoulou y Divac. El tremendo partido de Djordjevic en la final quedó sin premio.

Los elegidos plavi para la gloria fueron: Bodiroga, Danilovic, Obradovic (Sasha), Sretenovic, Paspalj, Beric, Djordjevic, Rebraca, Divac, Savic, Tomasevic y Koturovic. Nombres todos ellos en el recuerdo de cualquier aficionado.

Por Lituania: Homicius, Timinskas, Stombergas, Kurtinaitis, Sabonis, Karnisovas, Einikis y Marciulionis llevaron el peso del equipo. 

Por Croacia, que dio la sensación de haber podido hacer más, formaron nombres como Perasovic, Komazec, Kukoc, Alanovic, Vrankovic, Gregov, Mrsic o Radja.

Nombres destacados también fueron: Giannakis, Sigalas, Alvertis, Christodoulou, Fassoulas y Ekonomou (Grecia), Magnifico, Gentile, Abbio, Pittis, Esposito, Fucka y Rusconi (Italia), Babkov, Karasev, Bazarevich, Mikhailov, Fetisov y Panov (Rusia), Bilba, Rigaudeau, Bonato, Ostrowski y los hermanos Gadou (Francia), Jamchy y Henefeld (Israel), Welp y Okulaja (Alemania), Horvat, Zvdoc, Alibegovic y Milic (Eslovenia), Kutluay y Turckan (Turquía)

Los elegidos por Lolo Sáinz para representarnos fueron: Murcia, Orenga, Alberto Angulo, Galilea, Laso (asistente con 3,7 app), Mike Smith (máximo reboteador con 8,6 rpp), Xavi Fernández, Herreros (18,3 ppp), Alfonso Reyes, Ferrán y Antonio Martín. Este último se retiraría del baloncesto activo a los 29 años, dejando una sensación agridulce pues, aunque sus promedios no fueron excesivamente malos, la sensación de impotencia en el juego interior fue manifiesta. Afortunadamente Alfonso Reyes dio un paso adelante, aunque sus escasos dos metros de altura hipotecaban al equipo frente a selecciones bien armadas, ya que Ferrán y Orenga no fueron nunca unos pivotes al uso.