15 de septiembre de 2016

Lluvia de millones

Allen Crabbe (Portland): 18,5 
Tristan Thopnson (Cleveland): 15,3
John Leuer (Detroit): 10,0
Austin Rivers (Clippers): 11,0
Pau Gasol (Spurs): 15,5
Manu Ginobili (Spurs): 14,0
Tim Duncan (Spurs): 5,5
Mike Conley (Memphis): 26,5
Chandler Parsons (Memphis): 22,1
Dirk Nowitki (Mavs): 25,0
Bismack Biyombo (Magic): 17,0
Evan Fournier (Magic): 17,0
Miles Plumlee (Bucks): 12,4
Ian Mahinmi (Wizards): 16,0
Hassan Witheside (Miami): 22,1
Derrick Rose (Knicks): 21,3
Nico Batum (Hornets): 20,9
Dwight Howard (Hawks): 23,5
Dwayne Wade (Bulls): 23,2
Rajon Rondo (Bulls): 14,0
Robin Lopez (Buls): 13,2
Al Horford (Celtics): 26,5
Timofey Mozgov (Lakers): 16,0
Jose Calderón (Lakers): 7,7
Ryan Anderson (Rockets): 18,7
Ricky Rubio (Minessotta): 13,4
Kevin Garnett (Minesotta): 8,0

Una lista interesante, compuesta principalmente por jugadores de medio pelo que ni siquiera han sido All-Stars, y veteranos venidos a menos que ya han visto pasar sus días de gloria. La cifra a la derecha corresponde a su salario de este año, en millones de dólares. 

¿Casi 30 millones y quieres que no me ría?

Llama la atención que Tim Duncan, ya retirado, se embolse este año más de cinco quilos. O que otro que está casi retirado como Garnett, se lleve ocho. O las bromas de Mozgov, Conley, Biyombo o Witheside. Comprensibles desde el punto de vista sentimental los casos de Ginobili o Nowitzki. Para hacérselo mirar en cualquier caso, aunque haya caído una lluvia de millones por los derechos televisivos. Y eso cuando hay otros jugadores mucho más válidos que se llevan una cantidad muchísimo menor que estos individuos...

Así se van los jugadores europeos para allá. No jugarán, pero se lo llevarán tieso.



6 de septiembre de 2016

Bronce dorado

Siguiendo con noticias de la más rabiosa actualidad, la Selección española de baloncesto ha ganado la medalla de bronce en los JJOO de Río 2016. Son ya cinco ediciones de JJOO consecutivas (mejorando la mejor racha hasta ahora, de 1980 a 1982) y tres podios consecutivos, dos platas y este bronce (pulverizando el mejor registro hasta ahora, la mítica plata de Los Ángeles).

Un bronce que ha pivotado alrededor de Pau Gasol, como suele ser habitual en los éxitos de los últimos tres lustros. Un Gasol que no ha necesitado actuaciones extraterrestres como las del pasado Eurobasket para ser tan determinante como siempre. Quizá porque el equipo acompañó algo más. Quizá por el planteamiento de Scariolo. Quizá por su ascendente en el baloncesto FIBA.

Pau Gasol. El más grande. Todo gira a su alrededor.


Una vez más, Francia se fue a casa con total impotencia. Esta vez no hizo falta que Gasol hiciera los trabajos de Hércules (5 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 2/7 tiro...). Bastó el partidazo de Mirotic (23-5-2) y sobre todo de Hernangómez (18-6 en 17 minutos). Poca historia, salvo que será el último de Toni Parker con los bleu. Ya lo siento.

El partido de semifinales, ante el USA Team, fue raro. El resultado apretado (76-82), pero la sensación fue que no hubiéramos ganado nunca. Apretábamos el marcador con gran esfuerzo y luego se iban de 10 en un pis pas. Veintiún rebotes de ataque concendidos y sobresaliente partido de De Andre Jordan (16 rebotes) y Klay Thompson, con un Durant más terrenal (menos mal) y un Anthony para olvidar (2 de 11). Aquí sí que Gasol se empleó a fondo (23-8-2), pero poco más aparte de Rudy y el Chacho.

Un resultado que, no por menos esperado fue menos doloroso. Sobre todo al ver cómo luego los americanos pasaron por encima de Serbia. Seguro que nosotros hubiéramos dado más juego en la final, pero la vida es así. Por no hacer los deberes antes, nos tuvimos que cruzar en semifinales...

La medalla de plata se pierde. La de bronce, se gana. Y esta se ganó con sangre, sudor y lágrimas. Todo esto nos hicieron derrochar los boomers con Baynes, Dellavedova, Bogut, Andersen y Motum haciendo el trabajo sucio y dejando el brillo para Patty Mills (30), que casi nos gana el partido él solito.

Euforia tras la batalla.


Pero Gasol (29-11-2) no lo iba a permitir y lideró a los nuestros en un partido que, salvando el primer cuarto, se movió en el filo de la navaja. No estuvo solo. Mirotic, Rudy y el Chacho fueron grandes secundarios, sin apenas descentrarse a pesar de los recados que iban dejando los australianos.

Vale, la última personal no fue. Pero no se podrán quejar de todo lo que les permitieron repartir. No eran caramelos, precisamente. Una pena, porque en la primera fase estaban haciendo un baloncesto primoroso. Para mí eran favoritos para la final, pero Djordevic es un perro viejo y los serbios los crujieron en semis.

¿El futuro? Lo veo mejor que hace un año. Se supone que tendremos a Marc, al menos un par de años. Y Willy ha demostrado que puede hacer cosas con minutos y confianza. Mirotic, Chacho, Rudy... Abrines deberá tener minutos. Esperemos a Santi Yusta y Abalde, o a Guillem Vives... No, no nombro a Ricky. A pesar de que terminó mejor de lo que esperaba, sigue sin ser santo de mi devoción. Como Llull, muy desdibujado a pesar de su indudable esfuerzo en la defensa, sobre todo en la lucha por el bronce.

Tres podios consecutivos. Al nivel de EEUU, URSS o Lituania.
Orgullo de equipo


Mención aparte para Scariolo. Supo llevar al equipo a cotas de altísimo nivel y prepara los partidos con minuciosidad. Ha sabido adaptarse a un equipo a años luz en talento al de hace cuatro o cinco años. Y del físico no te hablo, que me da la risa. Pero aún así, chapó. Visto lo visto, qué gran oportunidad perdida en el Mundobasket 2014. Con Sergio en el banco, otro gallo hubiera cantado. Y no el francés, precisamente.

Gran homenaje a la generación del 80, con un partidazo para recordar que seguro que valoraremos más en los próximos años.

¿Y ellas? Merecen cerrar la entrada.