29 de diciembre de 2013

Pedro Ferrándiz, genio y figura

Resulta que el Real Madrid de Pablo Laso ha superado el registro de victorias consecutivas que tenía el Real Madrid de Pedro Ferrándiz, con veinticuatro en este arranque de temporada y repartidas en varias competiciones. 

Resulta que los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia (un triunfo para nuestro deporte, sin duda), comparando ambos equipos, ambos entrenadores y ambas épocas.

Y resulta que Pedro Ferrándiz, genio y figura, ha dicho que le parece muy bien. Y que le avisen cuando alguien gane veintisiete títulos. 

¡Ahí, con par!

Porque Pedro Ferrándiz ganó doce Ligas, once Copas y cuatro Copas de Europa (de las de antes, cuando ganar a los soviéticos e italianos era una gesta épica). Entrenó a jugadores como Sainz, Sevillano, Emiliano, Brabender, Luyk, Aiken o Hightower. Es miembro del Salón de la Fama de la NBA y del Salón de la Fama de la FIBA. 

Para la Historia, con mayúsculas, del baloncesto, queda la autocanasta de Alocén en 1962 que evitaba una prórroga previsiblemente nefasta y que hizo a la FIBA cambiar las reglas del juego.  

Ains, lo que tenéis que aprender todavía


Un tipo singular, con un ego que no cabe en su menudo cuerpo, capaz de ir a ver a un partido del Estudiantes con el pañuelo de la Demencia en la cabeza, así como quien no quiere la cosa.

Evidentemente eran otros tiempos, en los que el Madrid jugaba en la práctica con tres americanos (el "legal" y los "españoles" Brabender y Luyk). El Barcelona trató de imitar la jugada con Norman y Carmichael, pero no se integraron ni de lejos como lo hicieron Wayne y Clifford, más españoles hoy que las pesetas.  Digo, que el Madrid no tenía rival en España y pocos en Europa (CSKA, Varese, luego Maccabi y poco más), así que recolectar triunfos era un poco más fácil.

Pero Pedro Ferrándiz era un adelantado a su tiempo.

Y se retiró porque, literalmente, se le salían los títulos de las orejas.




17 de diciembre de 2013

Simplemente la mejor

Hoy se despide del baloncesto en activo Amaya Valdemoro. 

37 años, 258 internacionalidades, unas cuantas medallas con la selección y toneladas de carácter para exportar a los cinco continentes y los siete mares.



Cinta perenne, puño en alto y gesto de rabia
No soy yo mucho de baloncesto femenino, pero Amaya ha hecho grande este deporte que amo, como la que más. Su figura es solo comparable a la de un Pau Gasol o a la de un Juan Carlos Navarro, los más grandes entre los grandes. 

Solo ella pudo recuperarse y volver a jugar a gran nivel después de romperse las dos muñecas bien pasada la treintena. 

Vaya aquí mi homenaje.

El trece de la buena suerte

27 de noviembre de 2013

De traca

Si hace unos días hablaba de los Orgullosos Verdes, hoy toca hablar de su némesis, Los Ángeles Lakers. La noticia: renuevan a Kobe Bryant por dos años más y un montante total de 50 millones de dólares.

La noticia no dejaría de ser una curiosidad si:

  • El amigo sale de una lesión del tendón de aquiles que no se sabe cómo va a salir.
  • El amigo tiene 35 años
  • El amigo estará a punto de cumplir 38 años cuando acabe la ampliación
  • El amigo no se ha sacrificado, precisamente, rebajando su sueldo para que el equipo pueda atraer a otras estrellas. 
  • Y así podría seguir...
Se ha hablado mucho que los Lakers están interesados en tipos como Carmelo, LeBron u otros de esa calaña, jugadores que sean capaces de sacarles del túnel en el que ahora mismo están. Pues no sé a quién van a fichar con el pastizal que se han gastado en el amigo.

Pero nada, Kobe, tú a lo tuyo, tirarte hasta las zapatillas y llevártelo tieso. Luego me dirán que vaya canastones. ¡Nos ha jodido! ¡Alguna tiene que entrar, macho!

¡Por toda la escuadra os la he metido!



23 de noviembre de 2013

¿Y si Danny Ainge tenía razón?

Recordaréis que no me tomé muy bien la decisión de prescindir de dos mitos del Garden como Paul Pierce y Kevin Garnett. 

El primero es el segundo anotador de la historia de los Celtics, después de un tal John Havlicek. El segundo, fue el motor interno durante el quinquenio dorado que constituye la historia más reciente de la franquicia. Ambos son futuros seguros integrantes del Salón de la Fama. Y ambos hicieron una más que decente temporada 12/13.

Pero también suman 72 años entre los dos y más de 25 millones de dólares en salarios, además de más de 2.300 partidos de temporada regular. Con ellos de verde, el presente y el futuro cercano de la franquicia estaban más que comprometidos. 

Danny Ainge tomó una decisión traumática y que yo no comparto, pero ¿y si tenía razón?



Los Celtics están huérfanos de un go-to-guy hasta que llegue Rondo (que tampoco lo es) y tienen un balance triste de 4-10 (seis derrotas consecutivas). Pero KG y PP no viven mucho mejor en los Nets, el equipo más caro de la NBA en salarios ahora mismo, con un aún más triste balance de 3-8. 

Sus estadísticas además distan años luz, no ya de la media de sus carreras, sino de los promedios de hace apenas unos meses. A KG parece haberle alcanzado el tiempo de una forma repentina, y a Pierce también, aunque en menor medida. 

Así que, ¿qué sería de los Celtics con estas dos leyendas a su nivel actual? Poco habría cambiado, sin duda, el panorama. 

Pero ahora tenemos futuro.


10 de noviembre de 2013

Todos de golpe

Así parece que le hayan caído encima, los 33, a Pau Gasol.

Se esperaba un arranque de los suyos en esta temporada, máxime después de haberse operado este verano y haber descansado de la Selección, pero los primeros partidos de esta temporada 13/14 recuerdan demasiado a toda la temporada 12/13. Más preocupante si cabe cuando Dwight Howard ya no está en el equipo y Gasol es la referencia interior indiscutible.

No ayuda nada ese 1/10 en el tiro frente a Houston ni el 3/12 en el partido siguiente. Hasta un jubilado como Chris Webber se permite mortificarlo.

La verdad es que resulta muy duro verle así. Sus medias anotadoras y porcentajes de tiro de campo son aún peores que en la temporada pasada. Tiene también la media más baja de asistencias desde que comenzón en la Liga. Solo se muestra fiable en el rebote (sobre todo defensivo), pero faltaría más midiendo 2,16 (y no siendo Andrea Bargnani). 

Pintan mal las cosas, con un salario de casi veinte kilos (más una subida automática del 15% si es traspasado) y un juego en claro declive... que no sabenos si será definitivo. 

Si se confirma ese declive, a ver qué pasa el verano que viene en el Mundobasket. Miedo me da pensarlo.

Nureiev también jugaba a basket

3 de noviembre de 2013

Claros y oscuros

Comenzada la temporada, veo que las cosas van a ir de diferente forma a ambos lados del Atlántico.

El Real Madrid ha comenzado como una moto, con más de 90 puntos anotados por partido tanto en la ACB como en la Euroliga, imbatido en ambas competiciones y con victorias por un margen medio de 24 puntos (creo que la más ajustada ha sido un +7 en la competición doméstica), con Sergio Rodríguez ampliando el estado de gracia que sufre desde la final ACB de 2012, un arranque descomunal del montenegrino Mirotic y la confirmación de que el fichaje de Bouroussis ha sido de lo mejor que vamos a ver este año.

El Madrid tiene tantas armas, y tan variadas, que vence sus partidos por agotamiento del rival, físico y psíquico. No resulta fácil competir contra un equipo que en cada cuarto anota entre veinte y veinticinco puntos y que va a llevar el marcador final al entorno de los cien puntos. Es un estilo a la Selección Española de 2006, con un inmenso talento ofensivo y una aplicación en defensa fuera de toda duda (ahí sigue siendo fundamental Slaughter, al que se suma el recién llegado griego).

O sea, que la cosa no pinta nada mal de momento. 

Otra cosa es lo que pasa al otro lado del charco, en Boston, Massachussets. A los Celtics le espera una larga temporada cargada de sinsabores, a lo que se ve. Un balance muy negativo en pretemporada (2-5) ha sido el preludio de un comienzo nada esperanzador en la Liga. 

Derrota ante Toronto (con un preocupante -15 en el aspecto reboteador) y otra en casa ante los Bucks de Milwaukee tras encajar un parcial brutal en el último cuarto. Huérfanos de dirección sin Rajon Rondo y con veteranos de vuelta de todo como Gerald Wallace, la cosa pinta muy fea. 

En estos primeros compases de la temporada vemos que el mejor jugador es Vitor Faverani (que tampoco era nada del otro mundo en la ACB) y que el novato Olynik no está teniendo demasiados minutos. Avery Bradley no es un base y Phil Pressey un novato demasiado verde. 

Tocará sufrir, a pesar de que la afición esté con el equipo y apoye la reconstrucción, cimentada en nueve elecciones del draft en los próximos cinco años. 

Pues eso, claros y oscuros.

20 de octubre de 2013

Una vida con la Selección - Seúl 88

Volvemos con esta serie para recordar los Juegos Olímpicos de Seúl, celebrados en 1988. Pero antes, tenemos que hablar del torneo preolímpico que se celebró en Holanda y que daba derecho a jugarlos. 

Se clasificaban tres selecciones nacionales por Europa. España había sido cuarta clasificada en el Eurobasket celebrado el año anterior en Grecia, selección que se había sumado a las clásicas (Unión Soviética, Yugoslavia, Italia y España) como candidato de primer orden a la clasificación. 

En resumen, España debía hacer el equivalente a un podio en un Eurobasket. Se daba por hecho que soviéticos y plavis tenían la plaza asegurada, así que quedaban tres selecciones por el último puesto que daba derecho a viajar a Corea del Sur.

No empezó mal la cosa, con victoria en los cinco primeros partidos, si bien ante rivales de escasa entidad: 98-64 a Inglaterra; 118-62 a Irlanda; 103-97 a Suecia; 94-68 a Holanda; 97-70 a Francia.

En la sexta jornada se dio la primera fecha clave: España se enfrenta a Italia. Del partido recuerdo poco, solo cómo Walter Magnifico machacaba una y otra vez el aro español con su tiro de media distancia. Al final, el resultado fue una derrota por la mínima (90-91) que ponía aún más cuesta arriba la clasificación. 



Había que recuperarse del palo con rapidez, porque el campeonato seguía adelante. Así que se derrotó a Alemania Federal (106-96) antes del cruce contra Grecia. Aquí había que hacer dos cosas: ganar y hacerlo por una diferencia de puntos que hiciera a los griegos pensar que se clasificarían ganando a Italia. Ambas cosas salieron bien, ya que el resultado final (91-84) ponía a Esaña con +6 en un hipotético triple empate y a los griegos con -7. Para clasificarse, debían ganar a Italia por 14 puntos, una renta lo suficientemente corta como para motivarles, pero también lo suficientemente amplia como para dar esperanzas a los nuestros. 

España perdió el partido siguiente ante la URSS (82-129), pero ese mismo día los griegos nos dieron el pasaporte al ganar a los azzurri por 94-91. Ya estaba el objetivo, lo que se notó en el último partido que los españoles perdimos ante los plavi (también clasificados) por 73-84. 

En el debe, la grave lesión de un jovencísimo Juanan Morales. No he encontrado el video, pero todavía recuerdo con un estremecimiento su esguince que le rompió los ligamentos. 

Así que, dos meses después nos plantamos en Corea junto a soviéticos y plavis. Estas dos selecciones se encuadraron en el mismo grupo, junto a Australia, Corea, Puerto Rico y la República Centroafricana. España quedó en un grupo a priori más fuerte con Estados Unidos, Brasil, Canadá, Egipto y China.

Soviéticos y yugoslavos se enfrentaron en la primera jornada, vencindo estos últimos (79-92), lo que a la postre les daría el liderato del grupo a pesar de la última derrota ante Puerto Rico. Los soviéticos lo pasaron bastante mal, porque además de esa derrota sufrieron bastante para derrotar a los boricuas (93-81 en la prórroga). La tercera plaza del grupo fue para los australianos, al derrotar a Puerto Rico en la jornada inaugural (81-77). 

En el otro grupo, Estados Unidos fue primera sin despeinarse, ganando todos sus partidos por una diferencia media de 36,5 puntos, incluidos los 46 que infligieron a España en la jornada individual (97-53). Un partido lamentable de los nuestros, que ni siquiera compitieron. 

Dos jornadas tranquilas (+43 a Egipto y +32 a China) fueron el preludio a las batallas ante Brasil y Canadá por la segunda plaza del grupo. 

Ante Canadá, que contaba con Eli Pasquale y Jay Triano como grandes figuras, hubo que remontar un resultado adverso al descanso antes de llevarse el partido por 84-94.

Pero si eso fue duro, más lo fue vencer a Brasil, con el recuerdo del Mundobasket de dos años antes y con los puntazos que nos iba marcando Oscar, uno tras otro. Al final, 118-110 (definitivamente eran otros tiempos) y el premio de evitar a los cocos del otro grupo. 

En los cuartos de final, los plavi se deshicieron de Canadá con solvencia (95-73) y los USA boys destrozaron a su estado libre asociado (94-57). Los soviéticos, por su parte, sudaron tinta para ganar a Brasil (110-105).

¿Y España? Pues su "premio" no fue tal. Como venía siendo habitual, el combinado español no dio la talla en el peor día posible y su seleccionador no encontró las soluciones adecuadas. En un partido trabado llegó con opciones al final, pero el último tiro del Matraco Margall, probablemente el mejor tirador de la Historia de nuestro baloncesto (aún recuerdo las palabras de Pedrito Barthe: "en Australia no creo que conozcan a Margall"), no encontró aro. El resultado final, 74-77, envió a los australianos al cielo y a los nuestros al infierno.



Literalmente, porque las derrotas ante Canadá (91-96) y Puerto Rico (92-93) nos llevaron a la octava plaza final. 

Pero olvidemos estas miserias, porque lo más grande estaba por llegar. 

En semifinales, Yugoslavia bajó de las nubes a Australia (91-70). Mientras tanto, en la otra semifinal, los soviéticos ganaron a los estadounidenses, su primera derrota desde 1972, y esta ocasión sin posibilidad de reclamar. Con un juego de equipo, a la europea, con un Sabonis cojo que aún así se comió al Almirante Robinson y fue exprimido por Gomelski hasta la extenuación, con un equipo de tiradores como Kurtinaitis, Homicius o Marciulonis, los americanos fueron humillados. 



Era la primera selección que llevaba a dos números uno del draft (Manning y Robinson), pero poco más talento había. La prepotencia y la incapacidad del entrenador de Georgetown, John Thompson, hicieron el resto. Los poco imparciales comentarios de Pedro Barthe en la retransmisión, forman parte de la Historia. 

Al final, bronce para ellos, que no dieron opción a los australianos (78-49). 

La final coronó a los soviéticos, que derrotaron a un jovencísimo equipo plavi (76-63) llamado a dominar el baloncesto mundial con su talento. Simplemente, Seúl no fue su momento. Sí fue, en cambio, el canto del cisne de una selección que, primero por la edad y luego por las tensiones políticas, no volvió a ganar un campeonato más después de haber dominado Europa durante treinta años. 

Los soviéticos formaron con Volkov, Sokk, Tarakanov, Marciulionis, Miglinieks, Tikhonenko, Kurtinaitis, Sabonis, Homicius, Pankrashkin, Goborov y Belostenny (estos tres último, ya fallecidos). De ellos, tres acabaron luego con sólidas carreras NBA. 

Por los plavi: Petrovic, Radulovic, Cutura, Kukoc, Paspalj, Obradovic, Zvdoc, Vrankovic, Divac, Arapovic, Radja y Cvetjcanin. Otros seis que acabaron en la NBA. Un equipo jovencísimo y talentoso. 

Los yankees tuvieron a Mitch Richmond, Charles Smith, Vernell "Bimbo" Coles, Jeff Grayer, Willi Anderson, Stacey Augmon, Dan Majerle, Danny Manning, JR Reid, David Robinson y Hersey Hawkins. Sin tiro exterior, excesivamente dependientes de Manning y Robinson (bastante por debajo de su nivel) y sin respuestas en la pizarra, fueron pasto de su prepotencia. Una sola derrota en el campeonato, pero la sensación de fracaso total.

El eterno Díaz Miguel formó a Jiménez, Antonio Martín, Quique Andreu, Fernando Arcega, Ferrán Martinez, Solozábal, Villacampa, Biriukov, Montero, Llorente, Margall y Epi. Fue el equipo de los "baby pivots" (sin Romay o Fernando Martín). Por primera vez además, se seleccionaba a un jugador que no jugaba en la máxima competición nacional (Quique Andreu), aunque aquel verano había fichado por el CAI de Zaragoza, uno de los grandes por aquellos tiempos. 

La sensación española fue también de fracaso. La oportunidad perdida de volver a plantarse en unas semifinales, fue demasiado para mí. Después de los cuartos de final no volví a ver un partido más. El resultad final (dos derrotas) hubiera sido probablemente el mismo, pero el cuarto puesto habría sido suficiente recompensa. Al menos estuvimos en los terceros JJOO consecutivos y durante la primera fase se demostró que se podía competir con selecciones no europeas de primer nivel, pero esa derrota...


5 de octubre de 2013

Desmenuzando al personal

Lo prometido es deuda, y después de la semanita de rigor, con viajes de acá para allá, que cada día me parezco más a Willi Fogg, vamos a echarle un vistazo al los chicos del baloncesto. 

Pablo Aguilar

a.k.a. El agitatoallas. La verdad es que no fue tan sangrante como me esperaba, pero no le han dado mucha bola al chaval. Yo creo que se habrá ido con un poquito de mareo, porque pasaba de salir de titular a no rascarla en dos partidos. Muy buenos minutos frente a Francia, mereció más tiempo en cancha (olvido imperdonable de Orenga). Tiene recorrido.

Nota: 6

Rudy Fernández

Capitán de la Selección por las ausencias, como es habitual en él no se ha escondido, intentando siempre sumar y tirar del carro. Con más o menos acierto, eso sí, pero siempre ha dado la cara. Partidazo frente a Grecia, otro olvido imperdonable de Orenga, sentándolo en el último cuarto para volver a sacarlo cuando ya era tarde, nos costó un disgusto que no deberíamos haber pasado. Su campeonato ha sido importante, dando también lo mejor frente a Francia (alley-oops y tapón a Parker incluido). Imprescindible para próximos campeonatos.

Nota:8

Sergio Rodríguez

Tremendo ha estado el Chacho. Cuando estaba en cancha, el juego de España era otra cosa. Destrozó a Serbia en cuartos de final y a punto estuvo de meternos el solito en la final, cuando luchaba contra viento y marea en la prórroga. Se ha convertido en un jugadorazo, con un dominio del tiempo, del pase y del tiro que tiene pocos iguales en el baloncesto FIBA. La gestión de su tiempo de juego por Orenga fue mejorable. Yo le habría dado muchos más minutos en varios partidos. 

Nota:9

Xavi Rey

Su papeleta era dura de jugar, pero podía haber dado mucho más. Salvo en contadas ocasiones, casi siempre frente a rivales menores, su salida a pista coincidía con malos minutos de la Selección. Manos blandas, desubicado en defensa, débil en el rebote. Ni siquiera ha podido dar diez minutos por partido a un nivel decente. Exasperante, en una palabra. Lo más duro es pensar que con todo lo que somos en baloncesto no haya nada mejor que Rey. Debería desaparecer de la próxima convocatoria, mientras todos rezamos que Willy Hernangómez madure a pasos agigantados.

Nota: 3

José Calderón

Salvo en contadas ocasiones, no se ha visto al mejor Calderón. No le ha ayudado jugar de escolta, ni le ha favorecido la explosión de juego del Chacho ni la mejora de Ricky Rubio. Se ha echado en falta que tomara más decisiones en ataque, abusando del bote y del triple. A pesar de todo, tubo los webs de tirarse el triple que nos podía haber llevado a la final, antes de la prórroga con Francia (que fuera necesario jugársela de tres es harina de otro costal). La cuesta abajo le ha alcanzado.

Nota: 5

Ricky Rubio

Sin llegar al nivel excelso del Chacho, ha sido el segundo mejor base de la Selección. Casi siempre titular, ha aportado visión de juego y robos de balón, mejorando en el tiro (en los partidos más fáciles, bien es verdad). No me gusta que su primera opción sea el robo, deja demasiado desprotegida la defensa exterior si no lo consigue. Su juego está más orientado a la NBA, siendo más difícil para él el balocnesto FIBA, pero al menos no fue el desastre del Eurobasket 2011. Otro que seguirá mientras él quiera.

Nota: 6

Victor Claver

Ha tenido muchos minutos y ha ido claramente de menos a más en el campeonato. Ha dado un paso adelante en el ataque, ayudado al rebote y dejando perlas defensivas como un uno contra uno contra Tony Parker del que salió muy bien parado. Uno de los pocos peros que se le puede hacer fue que se arrugó en los partidos importantes, con fallos clamorosos en la prórroga de la semifinal. Para mí debería haber sido el tres de la Selección, en lugar del cuatro. Nos habría dado una potencia física en ese puesto que necesitamos. En el partido contra Francia, Parker le hace falta cuando se hace con el último rebote del tiempo reglamentario.Quedo esperanzado.

Nota: 6

Fernando San Emeterio

No ha tenido muchos minutos, pero siempre ha sumado (a pesar de su lamentable porcentaje de tres puntos), ha defendido y ha tenido sus momentos. Frente a Italia ayudó a remontar en el segundo cuarto. Cumplió. En principio, intocable.

Nota: 5

Sergio Llull

No ha sido su mejor campeonato. Dicen que por un golpe en las costillas que se llevó. Pero aún así, la toma de decisiones en el campo es más que cuestionable. No es nuevo esto, pero ya preocupa porque va sumando años en el carné de identidad. Si yo fuera seleccionador, no estaría nunca entre las opciones a jugarse el último tiro. Su buen partido por el bronce no sirve más que para maquillar un campeonato decepcionante. 

Nota: 3

Marc Gasol

Como se esperaba, el pilar de nuestras aspiraciones. Si se sentaba, el nivel del conjunto, tanto en ataque como en defensa, bajaba de tal forma que cualquiera nos hacía un roto. Posiblemente el mejor pivot del campeonato, con un compañero de nivel en la pintura nos habría llevado a la final y seguramente al tercer título consecutivo. Poco egoísta, debería haber tirado más. Aún así sembró el pánico en el partido de Grecia y en el de Italia (con su tope de 32 puntos), desaprovechado por la mala gestión en los minutos finales. Empata con su hermano Pau en fallos en tiros decisivos (Pau en la final de 2007, Marc en la semifinal de 2013). A pesar de recibir leña como para pasar todo el invierno, no se ha descentrado en ningún momento.

Nota: 9

Germán Gabriel

Vacaciones pagadas en Eslovenia. Muy pocos minutos, pero siempre sumando y haciéndose notar su calidad. Quizá el físico no acompañe y por eso ha jugado tan poco. Para mí hubiera sido el cuatro abierto que necesitábamos, desplazando a Claver de tres y con Aguilar como recambio. 

Nota: s.c.

Alex Mumbrú

Se agradece su vuelta a la selección, que no debió abandonar en 2010. Ha dado muestras de su inteligencia y de su calidad en los pocos minutos de que disfrutó, pero no ha sido lo que esperábamos tras sus brillantes campañas en Bilbao. 

Nota: 4

Orenga

Las bajas le han dejado un equipo claramente descompensado y excesivamente dependiente de Marc Gasol. Ha gestionado bien el grupo, pero la dirección de los partidos ha sido deficiente. No hemos conseguido ganar un partido apretado y no ha sabido reaccionar a los planteamientos rivales, especialmente de Maljkovic y de Vincent Collet. Ha tenido olvidos imperdonables en algunas fases de los partidos y ha dejado un poco liado a Aguilar. A pesar de todo, merece una segunda oportunidad para ver qué es capaz de hacer con el equipo al completo o, al menos, más compensado. 

Nota: 4

Conjunto

España ha tenido momentos de brillantez en el juego (partido contra Serbia; partido contra Croacia por el bronce; segundo cuarto ante Italia; primer y tercer cuartos ante Grecia; primera mitad ante Francia) y una defensa muy solvente. Pero los cierres de los partidos, de todos, han sido difíciles, quizá por el cansancio. Aún así, hizo falta el mejor Parker y una buena ración de hostias como panes para echarnos del campeonato.

Nota: 6

¿Cuál hubiera sido mi quinteto? Sergio Rodriguez - Rudy - Claver - Gabriel o Aguilar - Gasol. De calle, ¿eh?




28 de septiembre de 2013

Bronce final

Una semana después, y ya con cierta perspectiva, el resultado final del Eurobasket de Eslovenia parece que acaba generando más ilusión. El bronce final supone que la Selección sigue haciendo Historia, llevando medalla en siete de los últimos ocho Eurobasket (dos oros, tres platas y dos bronces). 

Sabe a poco cuando, no hace demasiado tiempo, no solo las medallas, sino las semifinales, caían con cuentagotas. Pero así es este país, amigos.

Dejábamos a la Selección habiéndose clasificado como primera de grupo en la primera fase, carambola mediante, gracias a la derrota de Eslovenia frente a Croacia. Así que las tres clasificadas pasaban con un balance de 1-1. En el cruce, la sorprendente Italia iba 2-0, la no menos sorprendente Finlandia iba 1-1 y Grecia se quedaba en un muy peligroso 0-2.

Precisamente los helenos iban a ser los primeros rivales, jugándoselo todo a una carta. Partido extraño en el que España llegó al último cuarto con ocho puntos de ventaja que malgastó lamentablemente. No fue la primera vez en el campeonato.

Ni sería la última, porque tras la apacible jornada ante Petteri Koponen y los suyos, los italianos nos mojaron la oreja. Vale que ya estábamos clasificados tras la épica victoria de Croacia ante Grecia, tras dos prórrogas. Pero es que también se llegaba a los últimos minutos con una ventaja amplia en el marcador. Tanto griegos como transalpinos dieron una lección de pundonor y de fe, mientras los nuestros se encogían por deméritos propios, méritos ajenos y una cierta caótica dirección desde el banquillo. 

Pero a este tío, ¿quién lo para?

La derrota en la prórroga escoció. Iban ya tres derrotas a estas alturas del campeonato y España iba al cruce de cuartos como última clasificada del grupo. Al otro lado esperaba una esplendorosa Serbia, que había ganado a franceses y lituanos con mucha solvencia.

¿Qué pasó en los dos días de descanso? Ni idea. Pero los marcadores parciales se dispararon: 21-5 al final del primer cuarto, 43-20 al final del segundo cuarto, se llegó a un 67-27 favorable en el tercer cuarto para dejarnos ir al 90-60 final. Juego espectacular, defensa agresiva, acierto... parecía que la España de las grandes ocasiones había vuelto. 

Una nueva semifinal al zurrón. 

¿El rival? Francia, nuestra némesis en los últimos años. Ya lo decía Parker en la previa: "si España no existiera yo tendría muchas más medallas". Había un componente emocional alto, ansias de revancha por tantas derrotas seguidas (desde la masacre del partido de 2005 por el bronce en el europeo, España no había vuelto a perder frente a los gabachos en partido oficial).

El inicio no podía ser mejor, con 34-20 al descanso. Parker en 14 puntos (7/9 en tiros de campo, por 3/20 del resto del equipo, 0/12 triples) y una sensación de control como en los mejores tiempos. Pero, ¡ay, amigo!, los franceses comenzaron a repartir estopa consentida por los árbitros (mención especial para Pietrus), pero también a enchufar triples como si no hubiera mañana. Los nuestros no se descompusieron, pero la ventaja iba menguando hasta que se llegó a un final a cara o cruz (otra vez) que no se supo gestionar: con empate a 67 y  posesión de balón, triple (¿por qué, si bastaba con meter un punto?) de Calderón, rebote de Claver que no convirtió (con Parker colgado de la chepa, que los árbitros no vieron) y prórroga. 

El inicio del tiempo extra fue un despropósito para ambos equipos, con España por delante gracias a unos tiros libres. Duró poco la cosa, porque el resto del tiempo fuimos a remolque y se llegó a otro final apretado: dos abajo, diez segundos en el reloj y posesión; no me explico por que, Marc y Calderón se ahogan en la esquina, dejando pasar el tiempo hasta que no queda más remedio de que se la tire el pivot. 

Cagada y cabreo. Porque Francia estaba groggy y la dejamos levantarse. Porque Vincent Collet, con su cara de pánfilo, le dio un repaso a Orenga en gestión del grupo y lectura del partido; porque no puedes ir a un campeonato de envergadura con un pivot reserva que tiembla como un flan; porque no entiendo por qué Germán Gabriel desapareció de la rotación cuando cada vez que salía hacía algo positivo; porque no entiendo por qué Aguilar juega ocho minutos, lo hace de fábula y luego no vuelve a salir;  porque no entiendo por qué el chacho destroza el partido, se sienta y luego vuelve a salir cuando te la juegas; porque no entiendo muchas cosas...

La que me va a caer cuando volvamos a Madrid


El partido por el bronce, sin historia: +26 frente a los croatas (que se llevan 54 puntos de desventaja en dos partidos). 

¿Y el resto?

Francia, liberada ya de complejos, le dio un repasito a una Lituania que tiene un equipo muy solvente, con una serie de armarios roperos que van saliendo uno detrás de otro para dejarte fino (y eso que Valanciunas parece un poco del club de "se dejaba llevar", porque con un poco de interés y ese físico, a este tio no lo para nadie en Europa). 

Croacia ha sido una sorpresa agradable, llegando a semifinales después de 18 años de la generación dorada de Kukoc, Radja, Komazec y compañía. De todos modos, lamentable el Eurobasket de Tomic, otro que con esa planta y esa calidad debería estar merendándose a todos los pivots en Europa.

Maljkovic ha hecho encaje de bolillos en un equipo limitado pero con un figurón como Goran Dragic. El ambiente electrizante los aupó hasta la quinta posición.

Sexta, y clasificada para el mundial, la sorprendente Ucrania. Se coló como cuarta de grupo y cumplió con su papel de perita en dulce de los cuartos de final, pero le amargó la existencia a Italia y se planta en Madrid 2014.

Séptima, clasificada por los pelos, Serbia. Tras una primera y segunda fase de mérito, la apabullante derrota frente a España a punto estuvo de dejarlos fuera de un gran torneo otra vez.

Italia se vino abajo estrepitosamente tras la primera fase. El 5-0 de inicio continuó con un lamentable 1-5 (única victoria frente a España). Octavo lugar y sin premio, a la espera del reparto de invitaciones de FIBA. 

Y ojo, porque en Europa los fracasos de Turquía, Grecia o Rusia, el de China en Asia o el de Brasil en Sudamérica hacen que haya muchos candidatos para pocos puestos.

Resumiendo, España ha mantenido el nivel de resultados en un Eurobasket igualado. No es menos cierto que se ha igualado por abajo, con selecciones modestas compitiendo frente a otras con solera como no se veía en muchos años. 

No es menos cierto que, con un segundo pivot de nivel internacional, España hubiera ganado de calle otra vez este campeonato. 

¿Balance? 7-4. 

Paradoja: las victorias han sido todas por un margen superior a 20 puntos. 

En la próxima entrada comentaré lo que me han parecido los nuestros, que ha habido de todo.

Tú sí que eres grande, chaval. Gracias.




10 de septiembre de 2013

Una primera fase

Pues a la chita callando ya se ha terminado la primera fase del Eurobasket de Eslovenia. Se podía decir que todo ha ido más o menos normal, pero nada más lejos de la realidad: ha habido sorpresas a tutiplén. Se hacen notar las ausencias de los grandes NBA. El nivel general ha disminuido y la cosa se ha igualado por abajo.

En el Grupo A estaban Israel, Gran Bretaña, Bélgica, Ucrania, Francia y Alemania. Pues bueno, israelíes, ingleses y alemanes se van para casa. Francia pasa como líder, Ucrania como segunda (con un gran campeonato hasta ahora) y ¡Bélgica! pasa como tercero aunque normalmente se irá para casa pronto.

Se cruzarán con el grupo B (Bosnia, Letonia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Lituania). Aquí han pasado lituanos, serbios y letones. Macedonia perdió el factor sorpresa y, salvo un partidazo contra Serbia, han pasado bastante desapercibidos. Lo de Montenegro... un juego interior de campanillas a pesar de la ausencia de Pekovic, pero poco más, problemas internos incluidos (el ex del Madrid, Dasic, apartado del equipo). Bosnia no ha tenido un equipo consistente, más allá de Nedovic o Teletovic. 

El grupo D parecía el más fuerte (Finlandia, Grecia, Italia, Turquía, Rusia y Suecia). Pues turcos y rusos se van para casa (¡tócate las narices!) con los suecos. Italia está haciendo un juego espectacular y todavía no ha perdido (pasa a la segunda fase con dos victorias) y la sorprendente Finlandia se clasifica como segunda de grupo, dejando a Grecia con 0 victorias y jugándose el ser o no ser ante España el primer día. Lo de Rusia se podía esperar (un juego interior devastado por las ausencias; problemas durante la preparación; dimisión de Katsikaris antes de comenzar el trabajo; cagada de Shved en el partido ante Finlandia...), pero lo de Turquía no tiene nombre. Es quizá el equipo que ha venido más completo de todos los que participaban, con grandes nombres y tal. Pero como el deporte se ha encargado de demostrar casi siempre, grandes nombres no hacen grandes equipos: una victoria (Suecia, +13) y cuatro derrotas (Finlandia, -6; Italia, -15; Grecia, -23; Rusia, -12) y para casa.

Porque en el grupo C, a los españolitos nos acompañan eslovenos y croatas. Como era de esperar, georgianos, polacos y checos se van para casa. Quizá los últimos hayan merecido más, pero un robo en el partido contra Eslovenia y una mala segunda parte ante Croacia los mandan para casa. 

Los croatas se rehicieron de la paliza ante España (-28, con solo 40 puntos anotados) y ganaron todo lo demás, incluido Eslovenia, que a su vez lo hizo con España. Resultado: triple empate favorable a los nuestros por la paliza que se llevaron los croatas.

El grupo de la segunda fase: Grecia saldrá con todo en el primer partido (no queda otro remedio; si pierden se van para casa casi seguro). España tendrá que aguantar el chaparrón, para luego deshacerse de los correosos fineses (no los infravaloremos, han ganado a Turquía, Rusia, Grecia y Suecia, perdiendo solo con Italia) y luego cerrar con Italia, que presumiblemente debería estar clasificada (es el único equipo del grupo con dos victorias). 

España debería salir con, al menos, dos victorias. ¿Será suficiente?

La derrota ante Eslovenia, con veinte minutos muy controlados para luego recibir 53 puntos en la segunda parte, hay que ponerla en perspectiva. Los eslovenos dieron mucha leña, permitida por los árbitros. No debería repetirse algo así. 

Contra Chequia se pagó la resaca de la derrota, en un partido malo de solemnidad que terminó con un pírrico 60-39 para los nuestros. Menos mal que ante los polacos y los georgianos la cosa fue bastante mejor. Curioso el caso de estos últimos, claramente de más a menos (+17 a Polonia, -1 a Croacia de milagro para los exyugoeslavos, -4 ante Eslovenia tras el clímax de la victoria ante España, -16 frente a los checos y recibiendo un -24 de los nuestros). 

Aunque en menor medida que en otros años, España sigue teniendo esas explosiones anotadoras que son difíciles de seguir por los rivales. La diferencia de los partidos ha sido escandalosa: +28, -9 (Eslovenia, con las salvedades comentadas), +21, +36 (frente a Polonia, llegando a +50) y +24. La anotación no ha sido boyante, menos en los últimos dos partidos (68 - 69 -60 - 89 - 83 puntos), pero la defensa ha sido espectacular (40 - 78 - 39 - 53 - 59 puntos). Quitando Grecia, con un juego más completo, Italia y Finlandia dependen mucho del tiro exterior. Por eso será fundamental dominar el rebote y correr.

Pero preocupa la debilidad en esta faceta del juego, el bajón de nivel cuando Gasol no está en pista, su cansancio (aunque en los dos últimos partidos ha jugado menos de 25 minutos y además Xavi Rey debería haber cogido confianza), el nivel de Llull, la falta de puntos de Aguilar y Claver, las pérdidas de balón; la selección de tiro en fases del partido...

Gusta: la creatividad de los bases; el despertar anotador de Ricky, unido a todo lo demás que proporciona; la brega constante de Rudy y su ayuda en el rebote; la defensa de Claver (ante el esloveno Nachbar jugó de libro); y la confianza en las posibilidades del grupo. 

Yo daría más minutos a San M y menos a Llull, además de que Mumbrú da buenos minutos jugando de 3. 

Veremos la segunda fase, pero esto va más o menos según el guión previsto. 


31 de agosto de 2013

No me atrevo a soñar

Ha terminado la gira de preparación de la Selección de cara al Eurobasket de Eslovenia, que se celebrará entre el 4 y el 22 de este próximo mes de setiembre (sí, hoy es 31 de agosto y algo bueno se va...)

Una fase de preparación que ha terminado con un balance de 8 victorias y 0 derrotas, jugando contra Polonia, Alemania, Francia (dos veces, una de ellas fuera de casa), Macedonia (dos veces) y Gran Bretaña (dos veces), de los que ya hemos comentado los dos primeros partidos (Polonia y Alemania).

Después, doble enfrentamiento con Macedonia (66-61 y 77-55), en los que España dio la sensación de controlar siempre el ritmo de partido y en los que se vio que Macedonia tampoco es la de hace dos años, a pesar de McCalebbsky. 

Este doble enfrentamiento dio paso a los partidos frente a Francia, uno en casa y otro fuera, con sabor a revancha. En el partido de casa, sin Tony Parker, España ganó con solvencia (85-76). En el partido de allá, sobrevivió a la exhibición del base de los Spurs, venciendo 85-84 gracias a un enorme Marc Gasol. Si yo fuera francés me lo haría mirar, porque llevan ya unos cuantos años de machaques morales frente a los nuestros.

Luego, Gran Bretaña dio guerra durante 30 minutos del primer choque (80-67) y fue simplemente arrasada en el segundo (100-46).  ¡Ah! Y Gibraltar español, porsiaca...

Así que 8-0 y para Eslovenia como la única selección que ha ganado todos sus partidos de preparación. Pero bueno, como siempre en estos años, los rivales eran más o menos asequibles y todos menos uno se jugaron en casa, con público y arbitraje a favor. 

Con todo y con eso, hay una serie de consideraciones y confirmaciones, que ayer estuve discutiendo con mi buen Grimnebulin. A saber:

  • Empiezo a ver un sentido a lo que hace Orenga. Parece una apuesta clara a crear a partir de los bases, generando situaciones de ventaja aprovechando su manejo de balón y visión de juego. 
  • Orenga ha probado cosas, muchas, independientemente de la marcha de los partidos. Ha jugado con Gasol y Rey juntos; ha jugado con tres bases, un alero y Gasol; ha jugado con Claver, Aguilar y Gasol...
  • Todo acaba y empieza con Gasol. Es el principio y el fin de esta Selección. Xavi Rey ha demostrado poco, aparte de que corre la pista muy bien. Esto es lo más preocupante, porque se ha demostrado que si los habituales Pau, Ibaka y Reyes no van, lo que hay detrás es un erial. Preocupa, porque Marc ya ha dado señales de querer borrarse este año y, aunque al final ha dado marcha atrás, lo mejor que se vislumbra en el futuro sin contar a los ya citados, es el joven Hernangómez (2,11 y 19 años) que, esperemos, aprenderá un huevo con Aito en el Cajasol. 
  • Derivado directamente de lo anterior, España ha tenido una fragilidad reboteadora que asusta, agravada en los minutos de descanso de Big Marc. Rey ha fracasado en el control de la zona propia, mientras que los rebotes que se han capturado han sido a precio de oro. ¿Qué va a pasar cuando los tiros no entren? ¿O cuando selecciones como Grecia, Lituania o Montenegro pongan centímetros y kilos en la zona? ¿O cuando nos enfrentemos con treses que sobrepasen holgadamente los dos metros (Nemanja Bjelica, Bostjan Nachbar)?
  • A pesar de la preponderancia de Marc en el juego, el aspecto ofensivo ha sido coral. Eso es bueno en general, pero también malo porque no hay nadie acostumbrado a tirar del carro si las cosas se ponen feas. España no tiene un killer. 
  • Mumbrú ha sido un gran acierto, jugando muy bien y con gran inteligencia durante la preparación y dándonos una solvencia en el puesto de tres, que nos hacía falta.
  • A Gabriel parece que la cosa le viene grande, a pesar de que siempre da algo positivo en el tiempo que está en cancha. Su falta de físico le lastra muchas veces. Mi elección hubiera sido Nacho Martín.
  • El agitatoallas de Aguilar ha pasado por la derecha y sin frenos a Claver. Hoy por hoy, debería ser titular.
  • Los bases, los tres, están de lujo. Ahí está nuestra ventaja.
Con todo esto, creo que España debe estar en la segunda fase como primera o segunda de grupo (aceptemos que podemos perder con Eslovenia) y allí debería clasificarse claramente para cuartos de final. El cruce debe ser fácil, porque la mayor parte de las selecciones más fuertes están en nuesto lado del cuadro, así que las semifinales son factibles. Allí, veremos.

No renuncio a nada, pero no me atrevo a soñar.

19 de agosto de 2013

Mejorando en el segundo

Segundo partido de preparación y paliza a Alemania (85-54). Un baño en toda regla. 

Se han mejorado cosas y se ha podido ver lo que parece ser lo que Orenga quiere: un equipo alegre que amenaza desde el exterior, basado en la polivalencia de sus jugadores y la creatividad de gran parte de ellos. 

Eso está bien si los tiros entran. El pasado sábado sí lo hicieron, pero ¿qué pasa cuando no lo hagan?

No perdamos la perspectiva. Alemania,  por mucho que digan los comentaristas, es un equipo mediocre que se basa en dos jugadores como Schafartzik y Benzing, bien para nivel medio pero limitados para jugar a alto nivel. El tan publicitado Tibor Pleiss es un espigado jugador que no tiene cuerpo para luchar en la jungla de la zona. 

Pues ese equipo mediocre, además de ser apalizado, sacó a la luz algunas carencias del juego de España. La debilidad interior se antoja decisiva, sobre todo en los minutos en los que Gasol no está en pista. Aunque España atrapó más rebotes que Alemania, en algunas fases del partido los jugadores alemanes camparon a sus anchas por la zona. 

Por lo demás, se ve que Germán Gabriel todavía no está. Lo necesitamos para completar la rotación interior. Rey no jugó, al parecer por problemas físicos, así que España está ahora mismo con un solo pivot puro efectivo.

Claver ha mejorado. 8 puntos y 5 rebotes llevaron su firma. Espero que sea la tendencia del que debe ser titular indiscutible (yo preferiría que jugando de 3 en lugar que de 4). 

Mumbrú se ha adaptado bien, y da un punto de polivalencia muy necesario. Por el contrario, San Emeterio está bastante perdido. 

En resumen, más luces que sombras en este partido. Está por ver si se debe más a los deméritos de los alemanes que al buen hacer de los nuestros. Mañana, los macedonios nos pondrán a prueba.

14 de agosto de 2013

Comienzo soso

Ya hemos visto el primer partido de Orenga con la Selección y con las bajas que vamos a tener que sufrir en el próximo Eurobasket de Eslovenia. La cita fue en Castellón y el rival la débil Polonia.

Vamos, que lo más normal hubiera sido presenciar un partido plácido, a pesar de ser el primero de la preparación. Lejos de eso, fue un partido lleno de imprecisiones por ambas partes, fallos en el tiro, pérdidas de balón y tal, pero que los polacos parecieron controlar un poco mejor hasta el punto de estar a puntito de llevárselo.

Cuando un equipo en el que prácticamente juegan dos (Lampe e Ignerski) pone en entredicho el poderío del actual campeón de Europa, por muchas bajas que tenga, es que algo no funciona. Y, como digo, eso a pesar de ser el primer partido de la gira, en el que juega hasta el apuntador y las rotaciones son bastante locas.

Aquí van una serie de reflexiones:

  • No entiendo el cinco inicial: ¿Calderón, Ricky, Rudy, Claver, Marc? ¿Esto va a ser así o ha sido una prueba?
  • La Selección tiene un déficit interior que nos va a pasar factura antes más de un rival
  • Xavi Rey es blandito. Ayer me llevaban los demonios cuando le ponían un tapón o le mangaban un rebote.
  • Marc Gasol no es Pau. En cuanto a jugador determinante, me refiero.
  • ¿Por qué Claver no juega de 3?
  • Parece que Orenga quiere correr, pero para correr hace falta tener rebote. Y no lo tenemos.
  • Como parece que Orenga sabe que vamos a sufrir en la zona, ayer se jugó mucho en zona... y nos crujieron. 
  • Nacho Martín merece estar en la Selección. En los minutos de ayer le puso más webs que muchos otros.
  • No estoy tan seguro de que Gabriel llegue en un buen momento.
  • Los cinco minutos de gloria de Aguilar dan que pensar. 
  • ¿Tenemos claro a qué jugamos o es que solo hemos visto el primer partido y esto es normal?
  • ¿A quién queremos ganar anotando 70 puntos?
  • Esta selección tiene bastantes cracks, pero ningún killer.
Pues eso, que me he puesto muy nervioso. 

31 de julio de 2013

Una vida con la Selección - Eurobasket ´87

Retomamos esta aplaudida sección después de una pausa demasiado prolongada. Lo habíamos dejado tras la amarga experiencia de la organización del Mundobasket de 1986, que había acabado en un fracaso de la Selección Española. Se encadenaban así dos veranos en los que nuestro combinado no alcanzaba los mínimos exigidos. 

En 1987 se celebraba en Grecia de nuevo el Eurobasket, que España afrontaba sin la presencia de Fernando Martín. Por entonces, los jugadores NBA eran considerados profesionales mientras los del resto del mundo eran amateurs, así que los primeros tenían vetada su participación en cualquier campeonato organizado por la FIBA.

Pero pasemos al campeonato. 

Las diez selecciones que participaban en la Fase Final se dividieron en dos grupos, claramente descompensados en cuanto a calidad. 

En el grupo B jugaría Italia junto a la República Federal de Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Holanda e Israel. No hubo mucha historia y los transalpinos dominaron con un registro inmaculado de 5-0 y una diferencia media de casi 18 puntos en sus victorias. Con tres victorias y dos derrotas acabaron Alemania y Polonia. La decadente Checoslovaquia completaría el cuadro de cuartos de final. Holanda e Israel fueron meras comparsas.

El grupo A, con España, Unión Soviética, Yugoslavia, Grecia, Rumanía y Francia, daría mucho más juego. 

Los soviéticos dominaron el grupo con una diferencia media de 20 puntos y un parcial de 5-0. Ganaron a Yugoslavia (100-93), a Francia (107-78), a Rumanía (121-74), a Grecia (69-66 en un aviso de lo que vendría después...) y a España (104-88). 

Los nuestros, además de con los soviéticos, perdieron con los plavi (76-94), lo que llevó a clasificarse tercera del grupo tras derrotar con facilidad a franceses (111-70), rumanos (116-98) y griegos (106-89). La victoria de los griegos ante los plavi (84-78) hizo que hubiera un triple empate con España, con tres victorias y dos derrotas. El orden final hizo que los yugoslavos fueran segundos y los griegos, cuartos.

Tanto Francia como Rumanía, vieron pasar a los favoritos como un ciclón. 

Los cuartos de final fueron bastante desequilibrados: los soviéticos se deshicieron fácilmente de los checoslovacos en la reedición de un clásico venido a menos del baloncesto europeo (110-91). Los plavi aplastaron a los polacos (128-81), los españoles se deshicieron de los alemanes por un cómodo 107-77. 

La mayor sorpresa hasta entonces fue la eliminación de los italianos, primera con comodidad de su grupo, por Grecia (78-90). Luego vendrían más. 

Los resultados de los cuartos de final vinieron a confirmar que el grupo A era mucho más fuerte que el B, con todos sus componentes en semifinales. 

Allí, los soviéticos no dieron cuartel a España, derrotada por 96-113. En la otra semifinal los griegos, aupados por su enfervorecido público, se deshicieron de Yugoslavia en un ajustado 81-77. 

Los plavi se repondrían para ganarnos la medalla de bronce (87-98). Recuerdo de este partido que al descanso se llegó con un marcador más o menos ajustado y que Fernando Romay estaba haciendo el partido de su vida con la Selección. De nada sirvió. Unas decisiones discutibles por parte de la pareja arbitral (por lo menos Pedro Barthe no paraba de criticarles) y la ingente calidad de Petrovic bastaron para dejarnos con la miel en los labios. 

España se despedía en el 4º puesto y un balance de 4-4. Seguíamos en los puestos de honor, pero faltaba nivel para competir por más. Frustración.

La final fue apoteósica. Un equipo soviético plagado de estrellas (con, por ejemplo, un emergente Marciulonis), era incapaz de distanciarse de un equipo griego que jugaba con seis jugadores pero en el que solo cuatro (Giannakis, Gallis, Fassoulas y Christodoulou) eran los que se jugaban el bacalao. La locura de la gente iba in crescendo tras cada canasta épica de los suyos. Creo que Iovaisha falló un triple que hubiera puesto fin a todo, pero falló y el partido llegó a la prórroga. La presión del público fue mayúscula y los jugadores griegos estabaon como poseídos. Al final, se llevaron el oro ganando 103-101 en la mayor sorpresa del baloncesto moderno. 



No fue flor de un día. En campeonatos posteriores los griegos demostraron que habían venido para quedarse. Y así siguen hasta hoy. 

Como no podía ser de otra forma, Nikos Gallis fue elegido mejor jugador del torneo. En el cinco ideal del campeonato le acompañaron Fassoulas, Volkov, Marciulonis y nuestro Andrés Jiménez. 

Repasar la selección griega da pena. Además de los cuatro ya comentados, los únicos apellidos reconocibles serian los de Kambouris, Filippou o Ioannou.



En la Unión Soviética de Gomelski tenemos, en cambio, a Volkov, Valters, Marciulonis, Tikhonenko, Tkachenko, Iovaisha, Homicius, Enden, Babenko, Tarakanov, Pankrashkin y Goborov. Sin duda echaron de menos la poderosa figura de Sabonis, cuyo futuro profesional pendía de un hilo por su lesión en el talón de aquiles.

Los plavi estaban en fase de renovación, con los hermanos Petrovic, Kukoc, Divac, Radja, Paspalj, Vrankovic, Djordjevic, Cvjeticanin, Radovanovic, Radovic y Grbovic.

Como hablamos, España dio muestras de no poder ir más allá, con un registro mediocre y, sobre todo, derrotas demasiado abultadas frente a los equipos importantes. Un repaso a los nombres hace que veamos con perspectiva el porqué: Epi, Villacampa, Sibilio, Solozábal, Jiménez, un jovencísimo Ferrán Martínez, Romay, otro jovencísimo Montero (defensa sobresaliente a Gallis incluida), Margall, Fernando Arcega, Zapata y José Ángel Arcega.

Al año siguiente tocaba preolímpico y Juegos, a celebrarse en Seúl. Las perspectivas no eran halagüeñas, pues Europa no tenía ninguna plaza reservada y solo podían ir tres selecciones del continente. Había cinco claros candidatos: Unión Soviética, Yugoslavia, Grecia, Italia y España. Y los nuestros parecían los más flojos de todos...





13 de julio de 2013

Se confirma la despedida

Allá por el final de la temporada 2006-2007, los Boston Celtics deambulaban por el sótano de la División Atlántica. Demasiado duro para un equipo acostumbrado a la gloria, aunque en los últimos años haya llegado con cuentagotas.

Danny Ainge no lo dudó. 

Primero se trajo a Ray Allen desde Seattle. Uno de los mejores tiradores de siempre llegaba a los Orgullosos Verdes para hacer valer su muñeca.

Pero lo verdaderamente grande estaba por llegar. Y es que poco después se anunciaba el megatraspaso que traía al gran Kevin Garnett a cambio de lo que era, prácticamente, la mitad del equipo de Boston, incluido el prometedor Big Al Jefferson, que era una de las pocas alegrías que hubo en tan aciaga temporada.

Nacía así la era del Big Three, de Paul Pierce, de Kevin Garnett y de Ray Allen, y de un equipo que había sido para ganar. Para ganar ya. 

Y así fue. Sesenta y seis victorias en temporada regular fueron el preludio de una trayectoria victoriosa por los Playoffs de 2008 hasta colgar el título 17 del techo del TD Garden, veintidós años después del último título y veintiún años después de la última final.

Desde entonces, salvo la temporada pasada y la anterior (por el cierre patronal), Boston superó las cincuenta victorias. Añadamos un subcampeonato en 2010 (desperdiciando un 3-2 a favor y 13 puntos de ventaja en el último cuarto del séptimo partido en Los Ángeles) y otra final de conferencia en 2012, desperdiciando otra vez un 3-2 favorable ante los Miami Heat y obligando a dos portentosas actuaciones de Lebron James para llegar a la final. 

Mientras tanto, Allen, Pierce y Garnett iban envejeciendo y mostrando el orgullo que tanto derrochamos en Boston. 

Luego, Ray traicionó a la causa para ganar otro anillo como especialista exterior.

Y, ahora, Pierce y Garnett son traspasados a Brooklyn a cambi de Humphries, Gerald Wallace y un buen puñado de elecciones en los próximos drafts.

No voy a engañaros. No me gusta nada lo que han hecho en las oficinas de Massachussets. Pierce y Garnett son historia viva de Boston y deberían haberse retirado con la zamarra verde de los Celtics. Ver sus números colgando del Garden, como los de tantos otros astros de nuestro amado baloncesto (Cousy, Russel, Heinsohn, Cowens, Havlicek, Jones, White, Parish, McHale, Bird... solo por nombrar unos pocos, pues nadie tiene una constelación como la de los Celtics). 

No me gusta nada. Deberíamos haberlos mantenido en el equipo, aún sabiendo que de esta forma no podríamos competir con los grandes. Pero habríamos mantenido el señorío. 

Por lo menos, los Celtics han comprado ayer una página entera del Boston Globe, como agradecimiento a los años de servicio de estos dos grandes. 



No obstante, no es suficiente.


7 de julio de 2013

De convocatorias y algunas cosas más

La semana que viene se dará la lista para el Eurobasket que se celebrará en setiembre en Eslovenia y como viene siendo habitual en los últimos tiempos, estamos a vueltas con los nacionalizados. Que si Ibaka, que si Mirotic, que si la FEB está trabajando para que puedan jugar los dos, que si Ibaka todavía no ha dicho que sí pero tampoco ha dicho que no, que si Mirotic amenaza con jugar con Montenegro, que si...

Me aburre...

Para mí, a día de hoy no hay color. Elegiría a Ibaka sobre Mirotic sin dudarlo, más tras la mejoría de su juego en la última temporada, con más de 13 puntos, 8 rebotes y 3 tapones por partido jugando apenas 30 minutos. Vale que Mirotic ha sido elegido MVP de la Liga Endesa, pero es bastante más irregular y con tendencia a desaparecer en los grandes partidos.

Pero Ibaka todavía no ha dicho que vale, que sí, que viene. Y Mirotic no quiere ser el segundo plato y además quiere que le aseguren la presencia en el Mundobasket del año que viene. 

En este momento diré que aquellos que se borren de este Eurobasket por razones distintas a problemas físicos palpables (como Gasol y Navarro, operados), no merecerían siquiera ser considerados para jugar el Mundobasket, así que si Ibaka siente la tentación de descansar, que se atenga a las consecuencias y vamos a por Mirotic (por mucho que no me crea que es español, sino montenegrino). 

A quién llevaría yo: Calderón y Sergio Rodríguez; Sergi Llull, Rudy Fernández, Alberto Corbacho, Victor Claver, Alex Mumbrú; Nacho Martín, Marc Gasol, Germán Gabriel, Serge Ibaka, Pablo Aguilar. Pero supongo que, sí o sí, Orenga convocará a Ricky Rubio. Que para mí no es un jugador FIBA, como le pasó a Rajon Rondo. 

¿Mi cinco inicial?: Calderón - Fernández - Claver - Ibaka - Gasol

Rotaciones importantes: Sergio Rodríguez, Llull, Nacho Martín, Germán Gabriel

Especialistas: Corbacho, Mumbrú

Agitatoallas: Pablo Aguilar

Pronóstico: España mínimo en semifiinales.


*****

Cambiando totalmente de tercio, vamos a la NBA

Dwight Howard deja Lakers por Rockets, lo que abre de par en par la puerta a la permanencia de Pau Gasol al tiempo que los angelinos caen estrepitosamente en las casas de apuestas. No han servido de nada las conversaciones con Bryant y Nash. Esperemos que en Houston sea más feliz...

Calderón amarra un contrato decente (4 años, 29 millones) con los Mavs. No se hará con el anillo, pero bueno...

Josh Smith deja Atlanta por los Pistons

Kevin Martin será compañero de Ricky Rubio.

En Boston parece que no hay sitio para Pierce, Garnett y Terry, que se dice serán traspasados a los Nets. Si es así, será un día triste para los aficionados. Pierce y Garnett no merecen este trato y deberían acabar sus días de jugador con la zamarra verde.

Pero además los Celtics han fichado al entrenador de la Universidad de Butler, Brad Stevens. Una buena noticia, por que Stevens es un entrenador de élite aunque no tenga experiencia NBA. 

Como buena pintan tiene el novato de Boston: Kelly Olynik. Un sietepies blanco con buena mano y movilidad.

23 de junio de 2013

Fin de temporada 2012/2013

Bueno, ya han terminado las que se consideran más potentes competiciones del mundo: la ACB y la NBA (el orden lo pone cada uno...).

En ambos casos se ha tenido que llegar a un agónico último partido (el quinto, en el caso patrio; el séptimo, al otro lado del charco), en ambos casos ha ganado el equipo considerado favorito (el Real Madrid y el Miami) y en ambos casos el mejor jugador ha resultado ser un clásico (Felipón y LeBrón). 

Ese podría ser el resumen acelerado de las finales. Pero hay muchas cosas que podemos comentar, más en el caso de la ACB que en el de la NBA, sobre todo por aquello de la proximidad y la cobertura de TV. 

Empezamos por casa:

  • El Madrid ha sufrido demasiado para vencer a un Barcelona que no encontró su ritmo en toda la serie, pero que aún así se las arregló para ganar dos veces, una de ellas en Madrid. En cada uno de los cinco partidos, el Barcelona rondó los 72 puntos, lo que se antojaba poco en principio para competir con el Madrid.
  • El criterio arbitral ha sido, por lo menos, errático. El primer partido se comieron una posible falta a Sada que podía haber decidido. No pasa nada, porque en el segundo lo compensaron comiéndose dos faltas a Carroll en el último tiro. En el cuarto, con 65-61 para el Barcelona, dieron balón al Barcelona en una clara fuera de Tomic. Tángana y técnica y adiós al partido.
  • Mirotic ha defraudado como jugador franquicia, por muy buen último cuarto del tercer partido que tuviera. Se le ha esperado y ha aparecido con cuentagotas.
  • Rudy Fernández no es tan bueno como él se cree. No es un líder, pero sí un muy buen secundario cómico. Su 1/25 de triples en la final es sonrojante para un jugador de su nivel.
  • ¿Por qué el Madrid dejó marchar a Tomic?
  • Slaughter es un fiera de la defensa, que espero renueve el año que viene a pesar de empujar a la Guardia Civil...
  • Darden merece seguir. Ha dado mucho al equipo y su quinto partido ha sido muy bueno. Curioso, mide 1,94 pero parece bastante más alto. 
  • ¿Por qué Carlos Suárez juega los primeros 8 minutos y luego no vuelve a aparecer?
  • Jasikevicius es eterno y me los puso de corbata en el quinto. 
  • ¿Para qué fichó el Barcelona a Abrines?
  •  ¿Lorbek NBA? Ni de coña, hombre.
  • ¿Por qué Marcelinho juega con una cara de susto permanente?
  • Oleson es un crack. Ojalá hubiera jugado en el Madrid. 


Fuente: acb.com

  • ¿Por qué los entrenadores mantienen sus ideas, rotaciones y demás, fijas independientemente de cómo se desarrolle el partido? Tomic firmó un primer cuarto impresionante en el cuarto partido para que luego lo mandaran al banco y desaparecer. Jasikevicius estaba ganando el quinto partido y Pascual lo sentaba y lo sacaba sin aparente medida. Sergio Rodriguez juega solo los cuartos pares... Manda narices. Cuando un jugador está en racha hay que agarrarse a él hasta que eche los pulmones por la boca. Hace años las figuras jugaban 35 minutos y no pasaba nada; hoy juegan 24 minutos y dicen que hay muchos partidos... Manda narices, otra vez.



Fuente: acb.com


Y al otro lado del charco, poco hay que decir.

Que San Antonio perdió su oportunidad en el sexto partido, el que tenía que ganar sí o sí para llevarse un más que merecido quinto anillo. Ha faltado una mayor aportación de Ginóbili, al que parece que le han llegado todos los años de golpe. Seguramente si hubiera jugado a un nivel medio (para lo que es él), ahora estaríamos hablando de otras cosas.

Miami ha sacado partido del mejor equipo de su era reciente y de la plenitud de LeBron, un tío al que es imposible parar en el baloncesto mundial. Wade y Bosh están bastante mal, pero mientras el otro pavo se marque partidos como el sexto y el séptimo de la serie, seguirán ganando campeonatos. 

Encima es que los condenados tienen suerte: el triple de Allen para mandar a la prórroga el sexto; el partidazo de Battier con seis triples (¿cuántas veces lo habrá hecho en su carrera, el muy...?); el fallo clamoroso de Duncan, dos veces, con 90-88 en el último partido...


Fuente: acb.com


Yo iba con San Antonio y creí firmememte en la victoria hasta el sexto partido. El último día esperaba un milagro. Solo tres equipos han conseguido llevarse el título jugando el séptimo partido en cancha contraria.

Ahora toca esperar unos cuantos meses. Menos mal que tenemos el Eurobasket de Eslovenia para mantenernos entretenidos.

Pero esa es otra historia.


8 de junio de 2013

Veinte años sin Drazen

Un día como ayer, 7 de junio de 1993, Drazen Petrovic dejaba la vida en accidente de tráfico en las carreteras de Alemania. Tras clasificar a la selección de su país, Croacia, para el Eurobasket de ese año, último servicio al deporte de la canasta croata, un cúmulo de casualidades hizo que el vehículo de Petrovic (se dice que conducía su amiga) se encontrara en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Se ponía así un triste colofón a la carrera deportiva de uno de los baloncestistas más carismáticos de la vieja Europa. Un jugador que unía a su talento natural un afán de ser el mejor que le hacía trabajar como nadie. 

Sibenka Sibenik, Cibona Zagreb, Real Madrid, Portland Trailblazers y New Jersey Nets fueron sus equipos a nivel de clubs. Las selecciones de Yugoslavia y de la recién independiente Croacia se movieron al son que tocaba Amadeus. 



Un palmarés envidiable: dos Recopas de Europa (Cibona y Real Madrid), dos Copas de Europa, campeón del mundo en Argentina ´90, campeón de europa en el Eurobasket ´89 y ´91, subcampeón olímpico en Seúl ´88 (Yugoslavia)  y Barcelona ´92 (Croacia), infinidad de títulos nacionales... Un jugador como salen un puñado en cada generación.

Nunca fue santo de mi devoción, hasta casi el final de su carrera. Al principio no me gustaban las actitudes que tenía en pista (ese caballito humillante, los cánticos de "ala Madrid" en la final del 85 de la Copa de Europa, la provocación a Sabonis el años siguiente...). Luego vino a Madrid, siendo la indiscutible estrella de la liga, aunque no pudiera ganarla, y hacer saltar el electrónico tras anotar 62 puntos al Snaidero de Oscar y Gentile...

La fuga a Portland no ayudó, así como las actuaciones con la selección plavi durante sus primeros años... No, definitivamente Drazen Petrovic no estaba entre mis favoritos. 



Pero no pude dejar de rendirme a la evidencia de estar ante uno de los más grandes. Incluso en la NBA, tras dos años difíciles en Portland y tras su evidente transformación física en un tirillas con desparpajo a un mazas con desparpajo. Me cansé de ve exhibición tra exhibición; me enamoré de su juego con la selección yugoslava en el Mundobasket de Argentina ´90. Me enorgullecí de ser europeo tras verle tirar del carro de la selección de Croacia ante el Dream Team original, viéndole retar a un Michael Jordan en su plenitud y mostrando el camino a los Radja y Kukoc, que luego seguirían sus huellas en la mejor liga del mundo. 



¿Qué hubiera sido de su carrera, de no haber mediado el trágico desenlace? En su última temporada había promediado más de veintidós puntos por partido y un 45% en tiros triples, había sido elegido en el tercer mejor quintento de la NBA, su nombre había sonado con fuerza para el All-Star y había visitado los play offs con un equipo de New Jersey que contaba con él, Kenny Anderson y Derrick Coleman y la batuta de Chuck Daly como mejor activo. 

Todo lo que se pueda decir sería baloncesto-ficción. Como qué hubiera sido de Sabonis si no se hubiera roto el tendón de aquiles...

Aparte de las fotos o videos que puedan circular por internet, buscad el documental Once Brothers, que cuenta su historia con Vlade Divac y cómo se separaron sus caminos por causa del nacionalismo serbocroata.