28 de septiembre de 2013

Bronce final

Una semana después, y ya con cierta perspectiva, el resultado final del Eurobasket de Eslovenia parece que acaba generando más ilusión. El bronce final supone que la Selección sigue haciendo Historia, llevando medalla en siete de los últimos ocho Eurobasket (dos oros, tres platas y dos bronces). 

Sabe a poco cuando, no hace demasiado tiempo, no solo las medallas, sino las semifinales, caían con cuentagotas. Pero así es este país, amigos.

Dejábamos a la Selección habiéndose clasificado como primera de grupo en la primera fase, carambola mediante, gracias a la derrota de Eslovenia frente a Croacia. Así que las tres clasificadas pasaban con un balance de 1-1. En el cruce, la sorprendente Italia iba 2-0, la no menos sorprendente Finlandia iba 1-1 y Grecia se quedaba en un muy peligroso 0-2.

Precisamente los helenos iban a ser los primeros rivales, jugándoselo todo a una carta. Partido extraño en el que España llegó al último cuarto con ocho puntos de ventaja que malgastó lamentablemente. No fue la primera vez en el campeonato.

Ni sería la última, porque tras la apacible jornada ante Petteri Koponen y los suyos, los italianos nos mojaron la oreja. Vale que ya estábamos clasificados tras la épica victoria de Croacia ante Grecia, tras dos prórrogas. Pero es que también se llegaba a los últimos minutos con una ventaja amplia en el marcador. Tanto griegos como transalpinos dieron una lección de pundonor y de fe, mientras los nuestros se encogían por deméritos propios, méritos ajenos y una cierta caótica dirección desde el banquillo. 

Pero a este tío, ¿quién lo para?

La derrota en la prórroga escoció. Iban ya tres derrotas a estas alturas del campeonato y España iba al cruce de cuartos como última clasificada del grupo. Al otro lado esperaba una esplendorosa Serbia, que había ganado a franceses y lituanos con mucha solvencia.

¿Qué pasó en los dos días de descanso? Ni idea. Pero los marcadores parciales se dispararon: 21-5 al final del primer cuarto, 43-20 al final del segundo cuarto, se llegó a un 67-27 favorable en el tercer cuarto para dejarnos ir al 90-60 final. Juego espectacular, defensa agresiva, acierto... parecía que la España de las grandes ocasiones había vuelto. 

Una nueva semifinal al zurrón. 

¿El rival? Francia, nuestra némesis en los últimos años. Ya lo decía Parker en la previa: "si España no existiera yo tendría muchas más medallas". Había un componente emocional alto, ansias de revancha por tantas derrotas seguidas (desde la masacre del partido de 2005 por el bronce en el europeo, España no había vuelto a perder frente a los gabachos en partido oficial).

El inicio no podía ser mejor, con 34-20 al descanso. Parker en 14 puntos (7/9 en tiros de campo, por 3/20 del resto del equipo, 0/12 triples) y una sensación de control como en los mejores tiempos. Pero, ¡ay, amigo!, los franceses comenzaron a repartir estopa consentida por los árbitros (mención especial para Pietrus), pero también a enchufar triples como si no hubiera mañana. Los nuestros no se descompusieron, pero la ventaja iba menguando hasta que se llegó a un final a cara o cruz (otra vez) que no se supo gestionar: con empate a 67 y  posesión de balón, triple (¿por qué, si bastaba con meter un punto?) de Calderón, rebote de Claver que no convirtió (con Parker colgado de la chepa, que los árbitros no vieron) y prórroga. 

El inicio del tiempo extra fue un despropósito para ambos equipos, con España por delante gracias a unos tiros libres. Duró poco la cosa, porque el resto del tiempo fuimos a remolque y se llegó a otro final apretado: dos abajo, diez segundos en el reloj y posesión; no me explico por que, Marc y Calderón se ahogan en la esquina, dejando pasar el tiempo hasta que no queda más remedio de que se la tire el pivot. 

Cagada y cabreo. Porque Francia estaba groggy y la dejamos levantarse. Porque Vincent Collet, con su cara de pánfilo, le dio un repaso a Orenga en gestión del grupo y lectura del partido; porque no puedes ir a un campeonato de envergadura con un pivot reserva que tiembla como un flan; porque no entiendo por qué Germán Gabriel desapareció de la rotación cuando cada vez que salía hacía algo positivo; porque no entiendo por qué Aguilar juega ocho minutos, lo hace de fábula y luego no vuelve a salir;  porque no entiendo por qué el chacho destroza el partido, se sienta y luego vuelve a salir cuando te la juegas; porque no entiendo muchas cosas...

La que me va a caer cuando volvamos a Madrid


El partido por el bronce, sin historia: +26 frente a los croatas (que se llevan 54 puntos de desventaja en dos partidos). 

¿Y el resto?

Francia, liberada ya de complejos, le dio un repasito a una Lituania que tiene un equipo muy solvente, con una serie de armarios roperos que van saliendo uno detrás de otro para dejarte fino (y eso que Valanciunas parece un poco del club de "se dejaba llevar", porque con un poco de interés y ese físico, a este tio no lo para nadie en Europa). 

Croacia ha sido una sorpresa agradable, llegando a semifinales después de 18 años de la generación dorada de Kukoc, Radja, Komazec y compañía. De todos modos, lamentable el Eurobasket de Tomic, otro que con esa planta y esa calidad debería estar merendándose a todos los pivots en Europa.

Maljkovic ha hecho encaje de bolillos en un equipo limitado pero con un figurón como Goran Dragic. El ambiente electrizante los aupó hasta la quinta posición.

Sexta, y clasificada para el mundial, la sorprendente Ucrania. Se coló como cuarta de grupo y cumplió con su papel de perita en dulce de los cuartos de final, pero le amargó la existencia a Italia y se planta en Madrid 2014.

Séptima, clasificada por los pelos, Serbia. Tras una primera y segunda fase de mérito, la apabullante derrota frente a España a punto estuvo de dejarlos fuera de un gran torneo otra vez.

Italia se vino abajo estrepitosamente tras la primera fase. El 5-0 de inicio continuó con un lamentable 1-5 (única victoria frente a España). Octavo lugar y sin premio, a la espera del reparto de invitaciones de FIBA. 

Y ojo, porque en Europa los fracasos de Turquía, Grecia o Rusia, el de China en Asia o el de Brasil en Sudamérica hacen que haya muchos candidatos para pocos puestos.

Resumiendo, España ha mantenido el nivel de resultados en un Eurobasket igualado. No es menos cierto que se ha igualado por abajo, con selecciones modestas compitiendo frente a otras con solera como no se veía en muchos años. 

No es menos cierto que, con un segundo pivot de nivel internacional, España hubiera ganado de calle otra vez este campeonato. 

¿Balance? 7-4. 

Paradoja: las victorias han sido todas por un margen superior a 20 puntos. 

En la próxima entrada comentaré lo que me han parecido los nuestros, que ha habido de todo.

Tú sí que eres grande, chaval. Gracias.




10 de septiembre de 2013

Una primera fase

Pues a la chita callando ya se ha terminado la primera fase del Eurobasket de Eslovenia. Se podía decir que todo ha ido más o menos normal, pero nada más lejos de la realidad: ha habido sorpresas a tutiplén. Se hacen notar las ausencias de los grandes NBA. El nivel general ha disminuido y la cosa se ha igualado por abajo.

En el Grupo A estaban Israel, Gran Bretaña, Bélgica, Ucrania, Francia y Alemania. Pues bueno, israelíes, ingleses y alemanes se van para casa. Francia pasa como líder, Ucrania como segunda (con un gran campeonato hasta ahora) y ¡Bélgica! pasa como tercero aunque normalmente se irá para casa pronto.

Se cruzarán con el grupo B (Bosnia, Letonia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Lituania). Aquí han pasado lituanos, serbios y letones. Macedonia perdió el factor sorpresa y, salvo un partidazo contra Serbia, han pasado bastante desapercibidos. Lo de Montenegro... un juego interior de campanillas a pesar de la ausencia de Pekovic, pero poco más, problemas internos incluidos (el ex del Madrid, Dasic, apartado del equipo). Bosnia no ha tenido un equipo consistente, más allá de Nedovic o Teletovic. 

El grupo D parecía el más fuerte (Finlandia, Grecia, Italia, Turquía, Rusia y Suecia). Pues turcos y rusos se van para casa (¡tócate las narices!) con los suecos. Italia está haciendo un juego espectacular y todavía no ha perdido (pasa a la segunda fase con dos victorias) y la sorprendente Finlandia se clasifica como segunda de grupo, dejando a Grecia con 0 victorias y jugándose el ser o no ser ante España el primer día. Lo de Rusia se podía esperar (un juego interior devastado por las ausencias; problemas durante la preparación; dimisión de Katsikaris antes de comenzar el trabajo; cagada de Shved en el partido ante Finlandia...), pero lo de Turquía no tiene nombre. Es quizá el equipo que ha venido más completo de todos los que participaban, con grandes nombres y tal. Pero como el deporte se ha encargado de demostrar casi siempre, grandes nombres no hacen grandes equipos: una victoria (Suecia, +13) y cuatro derrotas (Finlandia, -6; Italia, -15; Grecia, -23; Rusia, -12) y para casa.

Porque en el grupo C, a los españolitos nos acompañan eslovenos y croatas. Como era de esperar, georgianos, polacos y checos se van para casa. Quizá los últimos hayan merecido más, pero un robo en el partido contra Eslovenia y una mala segunda parte ante Croacia los mandan para casa. 

Los croatas se rehicieron de la paliza ante España (-28, con solo 40 puntos anotados) y ganaron todo lo demás, incluido Eslovenia, que a su vez lo hizo con España. Resultado: triple empate favorable a los nuestros por la paliza que se llevaron los croatas.

El grupo de la segunda fase: Grecia saldrá con todo en el primer partido (no queda otro remedio; si pierden se van para casa casi seguro). España tendrá que aguantar el chaparrón, para luego deshacerse de los correosos fineses (no los infravaloremos, han ganado a Turquía, Rusia, Grecia y Suecia, perdiendo solo con Italia) y luego cerrar con Italia, que presumiblemente debería estar clasificada (es el único equipo del grupo con dos victorias). 

España debería salir con, al menos, dos victorias. ¿Será suficiente?

La derrota ante Eslovenia, con veinte minutos muy controlados para luego recibir 53 puntos en la segunda parte, hay que ponerla en perspectiva. Los eslovenos dieron mucha leña, permitida por los árbitros. No debería repetirse algo así. 

Contra Chequia se pagó la resaca de la derrota, en un partido malo de solemnidad que terminó con un pírrico 60-39 para los nuestros. Menos mal que ante los polacos y los georgianos la cosa fue bastante mejor. Curioso el caso de estos últimos, claramente de más a menos (+17 a Polonia, -1 a Croacia de milagro para los exyugoeslavos, -4 ante Eslovenia tras el clímax de la victoria ante España, -16 frente a los checos y recibiendo un -24 de los nuestros). 

Aunque en menor medida que en otros años, España sigue teniendo esas explosiones anotadoras que son difíciles de seguir por los rivales. La diferencia de los partidos ha sido escandalosa: +28, -9 (Eslovenia, con las salvedades comentadas), +21, +36 (frente a Polonia, llegando a +50) y +24. La anotación no ha sido boyante, menos en los últimos dos partidos (68 - 69 -60 - 89 - 83 puntos), pero la defensa ha sido espectacular (40 - 78 - 39 - 53 - 59 puntos). Quitando Grecia, con un juego más completo, Italia y Finlandia dependen mucho del tiro exterior. Por eso será fundamental dominar el rebote y correr.

Pero preocupa la debilidad en esta faceta del juego, el bajón de nivel cuando Gasol no está en pista, su cansancio (aunque en los dos últimos partidos ha jugado menos de 25 minutos y además Xavi Rey debería haber cogido confianza), el nivel de Llull, la falta de puntos de Aguilar y Claver, las pérdidas de balón; la selección de tiro en fases del partido...

Gusta: la creatividad de los bases; el despertar anotador de Ricky, unido a todo lo demás que proporciona; la brega constante de Rudy y su ayuda en el rebote; la defensa de Claver (ante el esloveno Nachbar jugó de libro); y la confianza en las posibilidades del grupo. 

Yo daría más minutos a San M y menos a Llull, además de que Mumbrú da buenos minutos jugando de 3. 

Veremos la segunda fase, pero esto va más o menos según el guión previsto.