28 de junio de 2014

Final esperado

Pues el Madrid acabó derrumbándose, o el Barcelona se vino definitivamente arriba, como queráis.

Hace ya un tiempo que se veía al Madrid mucho menos fresco que antes. Desde la final perdida en la Euroliga, el equipo no ha sido el mismo. El mazazo moral, demasiado grande. Las dudas, demasiado grises. Dos eliminatorias saldadas sin brillo y una final siempre a remolque.

En cambio el Barcelona llegó en un momento mucho más apañado, después de una temporada de ajustes. Se rehízo de la brutal paliza de semifinales y de una agónica semifinal frente al Valencia Basket (que también llegó prendido con alfileres) y dio la campanada en el primer partido de Madrid, maravilloso, 95-98 final. 

Los cuatro partidos, salvo contados tramos, han sido de lo mejor que se ha podido ver en los últimos años. Es de agradecer que el Barcelona no escondiera la cara y aceptara un intercambio de golpes que parecía favorecer a los blancos. Esta vez no. Oleson, Navarro, Tomic, Marcelinho, Abrines, hasta Nachbar que ha hecho una temporada para tirar a la basura. Enfrente demasiado poco: destellos del Chacho y la lucha constante de Reyes. 

Enhorabuena, mal que me pese


Pascual ha ganado a Laso, sobrepasado ya desde el primer partido. Supongo que la lesión tampoco ayudó, pero su expulsión en el cuarto partido lo dice todo. El arbitraje no fue bueno, pero perjudicó a los dos igual. O, dicho de otra forma, no benefició a ninguno de los dos. 

Y ahora hay algunos que se tiran a la yugular, diciendo que con este estilo no se va a ninguna parte. Bueno, se ha ganado la Copa del Rey y se ha llegado a la final de la Euroliga y de la liga Endesa. En ambos casos se ha competido y se ha podido ganar. A mí me vale. Y resulta que el Palacio se llena y los madridistas estamos ilusionados otra vez. Espero que se de continuidad al proyecto y se hagan los retoques necesarios para mantener la competitividad del equipo.

Unas reflexiones:

  • El MVP fue para Navarro, pero Oleson o Tomic lo merecieron más. Aquí pesaron los galones, más que el peso en el campo.
  • Llull no es un base, ni alguien en quien confiar para tirar del carro. 
  • El Madrid necesita algún retoque: Draper debe salir y ficharse un base de garantías; Slaughter no puede vivir solo de la defensa y quizá deba buscarse las habichuelas en otra parte; Mejri apunta maneras, pero es demasiado inconstante; minutos para Dani Díez y recuperar a Hernangómez.
  • Definitivamente, no renovar a Tomic ha sido uno de los errores más graves del Madrid en los últimos años.
  • Lorbek está en una alarmante cuesta abajo en su carrera. Nachbar ha tenido la suerte de hacer pasta a base de su nombre, pero ha demostrado más bien poco. Lampe ha hecho poco más que meter el triple de la final.
Por último, habrá todavía alguno que se plantee la duda Mirotic - Ibaka. No hay color, señores (y no es un chiste fácil). El montenegrino se ha borrado en el último mes, impropio de un tío que dicen es el jugador franquicia. No es la primera vez que pasa e intuyo que no será la última.

22 de junio de 2014

Justicia final

Fin de temporada en la NBA y victoria, esta vez sí, de los San Antonio Spurs. Bastante más fácil de lo previsto, todo sea dicho. 

Y es que el resultado final (4-1) no es más que el reflejo de la abrumadora superioridad demostrada por los tejanos durante toda la serie y gran parte de la temporada (recordad que venían con un registro de 62-20 al final de la temporada regular). 

El enfrentamiento de dos ideologías totalmente contrapuestas. Por un lado, un equipo de un mercado pequeño, construido en torno a uno de los mejores cuatros de todos los tiempos (si no el mejor), a base de jugadores de equipo, de una labor de buceo del talento en el draft (solo Timmy fue elegido en la lotería), solidario en ataque y en defensa, con nueve jugadores internacionales, con el banquillo mmás productivo, y con un entrenador que lleva toda la vida en el equipo. Además de ser uno de los equipos más baratos de la Liga.

Por otro lado, un equipo construido a base de talonario, alrededor de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos (si no el mejor), con otros dos superjugadores (bueno, cada vez menos..., sobre todo Wade), con un grupo de jugadores y veteranos de relleno fuera de su Big Three, el peor equipo de la Liga en el rebote, uno de los equipos más caros y con un entrenador joven que ha tenido la suerte de llevar a estos tres fenómenos en la plenitud fisica de Lebron James.

Lo sé, no puedo disimular mi simpatía por los Spurs, pero es que se merecieron este título desde aquel triplazo del traidor Ray Allen en el sexto partido de las series finales. El baloncesto quiso darles otra oportunidad y esta vez no han necesitado más.

Por el lado de Miami, se abren muchas interrogantes. Bosh nunca ha demostrado el caché que se suponía en Toronto y siempre ha sido "el tercero" en discordia. Pero llama la atención el bajón físico y de juego de Wade, que ha dejado muy solo a Lebron James y ha dejado claro que un solo jugador, por muy bueno que sea, no gana campeonatos. Es curioso lo de Wade, sí, más teniendo enfrente a un "anciano" como Ginóbili, que ha dado una lección de baloncesto con 37 tacos, y a un tipo con sobrepeso como Diaw, pero que juega como los ángeles.

Los San Antonio Spurs se convierten en un equipo de leyenda. Cinco títulos en seis finales en quince años. 




8 de junio de 2014

Una vida con la selección - JJOO Barcelona ´92

Tras el regalo del bronce conseguido en el Eurobasket del año anterior, el baloncesto español se enfrentaba a uno  de sus mayores retos: hacer un buen papel en unos Juegos Olímpicos organizados en casa. Por desgracia y como se verá, no afrontaba ese reto en sus mejores momentos. 

La preparación para la cita de las citas tampoco fue demasiado tranquila. La temporada siguiente sería la primera con tres extranjeros por equipo, en una época en la que los quintetos titulares aglutinaban la mayor parte de los minutos de juego. El sindicato de jugadores convocó varias jornadas de huelga que, queramos o no, repercutió en la preparación física y en la concentración del grupo. 

Pero si por algo serán recordados esos Juegos Olímpicos, no ya en la categoría del baloncesto, sino a nivel global, es por la participación de los jugadores profesionales de la NBA. Los estadounidenses no se andaron con chiquitas y organizaron el mejor equipo de baloncesto que ha habido y, probablemente, habrá nunca: el Dream Team. Un nombre muy del gusto americano, pero que se convirtió en icono del deporte mundial, no solo por su superioridad en la cancha sino por las relaciones públicas: te arrollaban, sí, pero de tal forma que hasta te daba cierto gusto... y no querías otra cosa que hacerte fotos con ellos. 

La Tríada Capitolina de aquel entonces


Eran también la primera competición internacional tras la disolución de Yugoslavia y de la Unión Soviética. Los croatas mantuvieron el orgullo de su baloncesto, mientras que los lituanos compitieron por primera vez como nación independiente desde hace más de cincuenta años. Los antiguos soviéticos lo hicieron bajo bandera olímpica formando parte de la CEI (Comunidad de Estados Independientes).

Ambas selecciones se encuadraron en el grupo B: CEI, Lituania, Australia, Puerto Rico, Venezuela y China. La diferencia entre las cuatro primeras con las otras dos fue insalvable, y la Comunidad vención cómodamente a Lituania, en una especie de revancha histórica, el primer partido oficial entre ambas selecciones, remontando doce puntos de ventaja lituana al descanso y anotando 66 puntos en la segunda parte.

El grupo A (España, Croacia, Brasil, Alemania, Estados Unidos, Angola) estaba más igualado, con solo la selección africana como invitado de piedra. Se especulaba mucho si las normas FIBA, tan distintas a las NBA, podrían mermar el potencial americano. Ridiculeces. Eran tan buenos que habría dado igual si hubieran jugado con reglas recién inventadas. Terminaron la primera fase con cinco victorias (+68 con Angola y +48 al descanso, +33 con Croacia y +17 al descanso, +43 con Alemania y +35 al descanso, +44 a Brasil y +19 al descanso, +41 a España y +30 al descanso). Una diferencia media de 45,8 puntos, la más alta desde Roma ´60. Tremendo.

Croacia fue segunda de grupo, derrotando con solvencia al resto de selecciones terrenales. El tercer puesto fue para Brasil, con victorias solo ante Angola y Alemania, siendo los teutones la última selección con pase a cuartos de final. 

¿España?

Todo fue mal desde el principio. Derrota ante la Alemania de Welp y, sobre todo, Schrempf (por aquella época, el mejor jugador no americano de la NBA, probablemente), por 74-83. Recuerdo que este partido lo oí por la radio durante un viaje a León, intermitemente por la falta de cobertura subiendo el puerto de Pajares. La sensación de frustración fue enorme... No imaginaba lo que faltaba por soportar...

La siguiente jornada, victoria por la mínima (101-100) ante Brasil, uno de los supuestos candidatos a los puestos de honor. La cosa parecía arreglarse, aunque una brillante primera parte estuvo a punto de no ser suficiente ante la borrachera anotadora de Óscar. 

Las sensaciones se consolidaban y mejoraba otro poco tras una competida derrota contra Croacia (79-88), pero todo se derrumbó el 31 de julio de 1992. Debería haber sido un mero trámite que nos hubiera clasificado para Cuartos sin brillantez, pero fue una pesadilla. La selección de Angola barrió a los nuestros (63-83 al final, tras el 36-37 del descanso) sin que nadie, ni jugadores ni seleccionador, dieran un paso adelante. Humillación final que hizo que la fiesta del partido final ante el Dream Team fuera menos fiesta. 

En nuestros Juegos Olímpicos, hasta hoy todavía la actuación más brillante de nuestro deporte, nuestro baloncesto se enfangaba en el lodo de la lucha por el noveno puesto, el primero de los torpes. Venezuela fue un trámite. Angola nos volvía a esperar en el partido decisivo. Esta vez ganamos (78-75), pero una tangana final desmereció muy mucho la revancha...

¿Qué hacían mientras tanto los buenos?

Estados Unidos seguía a los suyo (+38 a Puerto Rico en cuartos de final y +51 a Lituania en semis). Por el otro lado del cuadro, Croacia endosaba un 98-65 a una gris Australia y sabía sufrir ante la CEI para ganar 75-74 en semifinales. 

En la lucha por el bronce, los lituanos se vengaron, esta vez sí, de los antiguos soviéticos, venciendo 82-78. La final fue una fiesta del baloncesto, con una Croacia que aguantó unos 10 minutos a los profesionales para ceder un 117-85 final (el margen más estrecho conseguido por los americanos). 

Trece nombres para la Historia: Charles Barkley, Larry Bird, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Magic Johnson, Michael Jordan, Christian Laettner, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton, Chuck Daly.

El tiempo no pasa... en balde

Los mejores del resto del mundo: Drazen Petrovic, Perasovic, Cvjeticanin, Kukoc, Alanovic, Arapovic, Tabak, Vrankovic, Gregov, Komazec, Radja, Naglic

Los nuevos independientes: Homicius, Kurtinaitis, Iovaisha, Einikis, Sabonis, Karnisovas, Marciulionis...

Otros para el recuerdo: Schrempf, Oscar, Conceiçao...

Los humillados: Herreros, Jiménez, Andreu, Villacampa, José Ángel Arcega, Biriukov, Orenga, Epi, Rafael Jofresa, Aldama, Tomás Jofresa, Xavi Fernández. Antonio Díaz - Miguel se vería obligado a abandonar el barco que había guiado durante más de veinticinco años.