10 de agosto de 2014

GIGANTES, quién te ha visto y quién te ve

Empecé a comprar la revista Gigantes en su número 189, allá por abril de 1989. ¿Cómo lo recuerdo? Fue el año en el que el Barcelona perdió la primera Final a Cuatro de la Copa de Europa, a manos de un grupito de chavales de Split y alrededores. Creo que costaba la friolera de 175 pesetas que tenía que sufragar con mi paga (por aquel entonces, mil pesetillas al mes).

Ante de eso, gorroneaba alguna que otra revista para devorarla en un cuarto de hora antes de devolverla a su legítimo propietario.

Durante años, muchos años, compré fielmente la revista. Cada martes, semana a semana, mes tras mes, año a año... Así fueron más de 1.200 números los que habría acumulado de haber tenido espacio en casa. No era así, por lo que tenía que deshacerme de los números atrasados. Solo algunos permanecen en una caja, los más representativos: el oro de Japón o la plata de Pekín, entre ellos. Renuncio a calcular el dinero que me he dejado en el quiosco (otra característica, nunca me aboné porque preferí apoyar a mi tienda de barrio)

Portadas como esta, cantando nuestras gestas


Todo este tiempo, Paco Torres fue la cabeza visible. Miguel Ángel Paniagua fue la columna más respetada. El amor al baloncesto era evidente.

Ahora la periodicidad ha cambiado a mensual. Desde el número mil cuatrocientos y pico (ese ya no lo recuerdo), hace algo así como un par de años. 

He dejado de ser fiel. Paco Torres ya no está, aunque continúa Paniagua. En su lugar, César Nanclares es quien se ocupa del Editorial del Mes. Un poco demagogo, este Nanclares en su Nanclares Press, que viene de la web tubasket.com

Dos botones de muestra:

  • El año pasado, tras el "fracaso" del Eurobasket, personalizó en el seleccionador Orenga, al que vino a acusar de desaprovechar la (sic) mejor selección de la historia. Con todos mis respetos a los aludidos, una selección en la que figura Xavi Rey y un crepuscular Germán Gabriel, dista mucho de ser la mejor selección de la historia. El artículo me pareció rastrero y ventajista. 
  • Al expulsar la ACB al Bilbao Basket, en el último número habla de reglas anticuadas y trasnochadas. Será mejor lo que pasa en el fútbol, con dos equipos que se reparten la tarta y el resto las migajas, digo yo. Será eso lo que quiere Nanclares, una liga de baloncesto en la que los jugadores (y los demás profesionales) no tengan garantía de cobro y los clubes no sean sostenibles. 
No me gusta su línea editorial. No me gusta su estética. No me gusta que sea mensual...

¡Ay, mi Gigantes! ¿Quién te ha visto, y quién te ve?

No lo trago...



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