Partidazo el clásico que vimos ayer por, pásmense, La 1 de TVE. Sí señor, como hace tiempo que no se veía, en prime time de la televisión nacional.
La previa, cuando menos, interesante: el Madrid llegaba con 14 victorias y 0 derrotas; El Barça con 7-7. El Madrid, el mejor ataque y a velocidad de crucero. El Barça, la mejor defensa y luchando por entrar en la Copa.
¿Quién lo iba a decir al inicio de temporada? Lo del Barça, quiero decir, que lo del Madrid prometía desde el fichaje de Rudy.
El toma y daca era continuo, con el Madrid aguantando bien el primer cuarto y Rudy respondiendo el tirón de Navarro. En el segundo cuarto se puso por delante el Madrid y en el descanso teníamos un 45-44 que prometía grandes emociones en la reanudación. El juego parecía beneficiar al Madrid, que a las sufridas canastas del Barcelona respondía con una clarividencia que se reflejaba en un juego aparentemente fácil en lo ofensivo y apañado en lo defensivo.
Pero, amigos, Navarro no iba a perder ese partido. Como le hemos visto infinidad de veces en el Equipo Nacional, como hizo en el Eurobasket de 2011 en que fue nombrado mejor jugador del torneo: triples imposibles (sí, también a la pata coja como ante los macedonios), canastas que solo él podía meter, fabricándoselas a base de genio e ingenio. Volvió loco el partido y así, en un abrir y cerrar de ojos, el Madrid se vio 15 puntos abajo.
Ahí no acabó el partido, no señor. Este Madrid es un señor equipo y lo sabe. Pesó que Rudy, tras 14 puntacos en la primera parte, metiera sólo otros 4, pero es que tiene a Sergio Rodríguez, a Reyes, a Mirotic, a Carroll... mucha dinamita.
Y así, contestando al grande entre los grandes, se puso a 4 puntos. La remontada parecía posible... pero no con Navarro en pista.
Juan Carlos Navarro finiquitó el partido, hizo un partidazo y me hizo disfrutar como nunca, a pesar de la derrota. Dos horas de baloncesto que pasaron volando y unos números para la Historia:
30 minutos jugados; 33 puntos (7/8 T2; 5/5 T3, 4/4 T1; 6 rebotes, 3 asistencias, 8 faltas recibidas, 44 de valoración).
¿El partido? Pues terminó con un 96-89 que reconcilia al aficionado con el baloncesto. El Barça acabó con 105 puntos de valoración; el Madrid con 92.
Otras conclusiones: el Madrid se equivocó al no renovar a Tomic y quedarse con Begic; Suárez no puede, ni podrá, con Pete Mickeal; para lo que hace Hetsheimeir, me qudo con el junior Hernangómez y así invertimos en futuro.¿Para qué se fue Abrines al Barça
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