9 de julio de 2023

Pau Gasol, lo importante es el viaje

El 10 de marzo de 2019, camino de los 39 años, fue le último partido de Pau Gasol en la NBA. Había sido traspasado unas semanas antes desde San Antonio hasta los Bucks y allí apenas jugó tres partidos, con un papel testimonial, indigno de su trayectoria. 

Hasta ese día, había jugado 30 partidos y se había perdido 37. Doce minutos, 3,9 puntos, 4,6 rebotes y 1,7 asistencisa son sus medias. Solo verlo produce un nudo en el estómago. 

Pau Gasol había sido en la práctica un reloj estadístico, rondando todas sus temporadas el 18+9+3, con el bajón de la temporada aquella de D´Antoni y el experimento en los Lakers. Se rehizo y luego incluso volvió a ser All-Star firmando sus mejores registros reboteadores en los Bulls, ya con 35 años a sus espaldas. 

 

Fractura por estrés en el pie. Un horror. La misma lesión que retiró a Yao Ming de forma prematura. La leyenda del baloncesto español, que deseaba con todas sus fuerzas retirarse después de los JJOO de Tokio, parecía que iba a tener que despedirse en falso, fuera de las pistas. 

Pues no. 

En 2021, después de una pandemia global que retrasó los Juegos a ese año, y después de muchos rumores, se hace público el fichaje de Pau Gasol por el FC Barcelona para jugar la Liga y la Euroliga, el único título que se le resistió. 

Sensaciones encontradas. Por un lado, alegría por volver a ver de corto a este extraterrestre al que tanto debemos. Por otro, incertidumbre de cuál iba a ser su rendimiento en cancha. El resultado final, agridulce: estadísticamente no fue del todo mal, incluso dominó algunos partidos, pero la sensación general es que ya era imposible volver a un nivel más o menos adecuado y su rendimiento, digno pero nunca más determinante.

La soledad de la recuperación
 

Aún y así, Sergio Scariolo le llevó a los JJOO. Sin duda se lo merecía, despedirse por todo lo alto, vivir por quinta vez la sensación inigualable de desfilar por el Anillo Olímpico y competir contra los mejores. Pero la realidad es testaruda y se encarga de repartir bofetones a mano abierta. Pronto se vio que Pau Gasol, el que había dominado tantas veces a sus rivales, se encontraba dos y tres escalones por debajo de lo que debería. Sencillamente, su físico no le acompañaba. Especialmente triste fue verle postear a Devin Booker en cuartos de final, veinte centímetros más bajo, y no poder progresar a canasta. 

Los JJOO fueron un torneo triste en lo personal y en lo colectivo, porque España había perdido EL PARTIDO contra Eslovenia y no fue rival ante los EEUU, a pesar de Ricky Rubio. 

Se podría discutir si las decisiones del FC Barcelona y de la Federación Española de Baloncesto fueron correctas o no. Está claro que en el plano deportivo, por diversas causas, no lo fueron. Pero también está claro que la relevancia histórica de Pau Gasol, quizá mereciera esa última oportunidad. 

 

 

El documental de Amazon, Pau Gasol: lo importante es el viaje, es la intrahistoria de todo aquello. Imágenes de Pau Gasol entrenando, buscando desesperadamente volver a sentirse jugador. Imágenes con su Fundación, planificando actividades. Imágenes con sus representantes, negociando la vuelta a las canchas. Imágenes con su familia, en rehabilitación, moviéndose con el pie en alto que no podía cargar bajo ningún concepto. Todo ello mientras éramos una vez más espectadores del repaso trayectoria extraordinaria, la de uno de los deportistas españoles más importantes de todos los tiempos, uno de los que nos hacía sentirnos orgullosos cada vez que veíamos un partido suyo en la NBA o en la multitud de torneos FIBA que dominó con puño de hierro. 

Verle de esta forma, impotente ante sus problemas físicos, fue doloroso.Su generosidad fue la que lo hizo posible, permitiendo la entrada de cámaras en momentos íntimos que permitieron también dimensionar en su justa medida la relevancia de la persona detrás del personaje. 

Si todavía tenéis la ocasión de dedicar unas pocas horas a este documental, ya estáis tardando.

No hay comentarios: