15 de agosto de 2018

Doncic NBA

Y al final pasó. 

Estaba cantado que una vez terminada la temporada, Luka Doncic se declararía elegible en el draft de la NBA. Y estaba cantado que iba a salir elegido en una posición que haría del todo irrenunciable que diera el salto a la que dicen es la mejor liga de baloncesto del mundo. 

Bueno, aunque por momentos se especuló con que podría ser el número uno de su promoción, la tercera posición del draft no está nada mal. Elegido por Atlanta Hawks, fue de inmediato traspasado a los Dallas Mavericks, para compartir vestuario y cancha con un mito del baloncesto como Dirk Nowitzki. Será de seguro un intercambio que dará que hablar en el futuro, para bien o para mal. 

No hay dudas de que Doncic está lo suficientemente maduro para dar el salto, a pesar de tener diecinueve años. Su juego ha sido dominante en Europa, pasando por el título del Eurobasket 2017 con su país y pasando por los títulos de club con el Real Madrid. No ha habido jugador en el continente que le discutiera su estatus en, al menos, el último par de años. 

Doncic y Nosferatu


Es más, pudiera darse el caso de que, de quedarse una o dos temporadas más, su juego sufriera una regresión debido a la falta de retos por superar que le quedaban y la gran diferencia con la inmensa mayoría de sus rivales. 

Por supuesto no han faltado aquellos que, sobre todo al otro lado del charco, ponen en duda los logros de Doncic, con el bocachanclas de Charles Barkley al frente. Tampoco sorprende, dada la mentalidad yanqui.

Aunque también está por ver que se cumpla lo que muchos, llevados por la euforia, vaticinan desde Europa: que Doncic se va a comer a sus rivales desde el minuto uno. 

No lo tengo yo tan claro. Y no por que al chico le falte calidad, sino porque creo que le falta físico. No es Dragic, no es Llull, no es Bogdan Bogdanovic... si me apuras no es Rudy Fernández.... Es un chico muy bueno, grande para jugar de base e incluso de escolta, con un atleticismo digamos que medio. 

¿De qué va a jugar allá? Claramente en una de las tres posiciones exteriores (es versátil y eso le va a favorecer a hacer carrera), pero va a sufrir mucho en defensa y puede que hasta en ataque ante jugadores mucho más físicos y atléticos en cualquiera de las posiciones. Le va a faltar rapidez frente a los bases y muchos escoltas, y le va a faltar corpulencia ante los aleros. 

La madre que lo parió

Habrá que ver cómo se adapta a pasar de ser un jugador dominante que controla el balón la mayor parte del tiempo (se ha beneficiado de la lesión de Llull para ser el referente absoluto del Real Madrid) a ser un jugador más en una liga de fenómenos atléticos con los que tendrá que lidiar noche sí, noche también. 

Esperemos que el equipo en el que ha tenido la suerte de caer, los Dallas Mavericks, tengan paciencia con él. En principio no va a tener mucha competencia por el puesto, así que es previsible que juegue un buen puñado de minutos. Eso es importante para progresar en el primer año, tras el que estaremos en una mejor posición para tratar de vislumbrar lo que le depara el futuro al niño prodigio del madridismo.

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