24 de abril de 2021

El discurso de los baloncestistas

Una opinión que llevo madurando desde hace bastant tiempo es que el discurso del jugador medio de baloncesto es mucho más atractivo que el del jugador de fútbol medio. 

Acostumbrados a las entrevistas en que se repiten los tópicos hasta la saciedad, tipo  "los partidos duran 90 minutos", o el gran resumen de Bujadin Boskov "fútbol es fútbol", cuando no asistimos a un discurso interrupido por las interjecciones y muletillas "ehhh", "ahhhh", "bueno".... de vez en cuando tenemos la suerte de poder ver algo que llame la atención. 

Si lo que queremos ver es a un deportista manejándose con criterio en un tema que no sea su deporte,  resulta que nos encontramos ante una misión casi imposible. 

 

Corbalán, cardiólogo

Pero no parece ser así en el baloncesto. La nómina de jugadores que, no solo tienen facilidad para expresarse más allá de los tópicos, sino que parecen tener una cabeza muy bien amueblada, es bastante amplia. 

Cojamos a casi cualquier jugador balcánico, no hablemos ya de entrenadores. Además de ser muy educados y hablar un español casi perfecto que ya quisieran para sí muchos nativos, estructuran su discurso con gran facilidad y no evitan caer en temas peliagudos por miedo al qué dirán. Es más, está casi asegurado que el periodista de turno podrá entresacar un titular jugoso hasta de la lectura de la cesta de la compra. 

Del Corral, traumatólogo

 En cuanto a jugadores patrios, la nómina es extensa: Corbalán, Del Corral, Iturriaga, Alfonso Reyes, Pau y Marc Gasol...Y no hablemos de entrenadores: Pedro Ferrándiz, Aíto, Pedro Martínez, Moncho López, Moncho Fernández, Scariolo, Pepu, Imbroda... personas y personajes a los que puedes dedicar horas escuchándoles. 

Tenemos médicos, ingenieros, psicólogos como Beirán... Puede que porque el baloncesto, sobre todo en los años setenta y ochenta del siglo pasado, no te aseguraba la vida, los jugadores optaban en gran número a seguir una carrera, titularse y ejercer. Pero tampoco es imprescidible: podrías estar escuchando batallitas a Juan Domingo de la Cruz y a Chechu Biriukov durante horas y sin aburrirte.

Imbroda, consejero
 

Puede también que se deba a la idiosincrasia de la época y de las instituciones. Los aficionados más viejunos sabemos que el Real Madrid de Saporta tenía una rígida estructura salarial, que velaba por el crecimiento como personas de los jóvenes jugadores que estaban en su órbita, que entre otras cosas requerían permiso para irse a vivir por su cuenta o comprar un coche (coche que, por supuesto, no podía ser mejor que los de sus compañeros más veteranos). El club además fue pionero en la cotización salarial e IRPF de su plantilla. Todo aquello fue a menos con la salida de don Raimundo y la llegada de un joven Fernando Martín que rompió el techo de cristal antes de tiempo.

Vamos, lo mismo que poner una entrevista a Messi en bucle. Para cortarse las venas.

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