11 de septiembre de 2014

FRA-CA-SO

Estoy todavía que no me lo creo. 

La derrota de ayer en cuartos de final frente a Francia (65-52) ha sido tan dolorosa como incontestable. Es fácil decirlo ahora, pero durante todo el día tuve un mal pálpito, una sensación desagradable, un presagio de que lo impensable podía suceder. 

Durante la previa asistí al paseo triunfal de Serbia ante Brasil (84-56), mientras intentaba animarme pensando que a los franceses se les había ganado con autoridad en la primera fase. Pero mi lado realista enumeraba las condiciones propicias para la duda. Entre ellas que Vincent Collet, seleccionador francés, había tenido tres días para preparar el partido. Como contrapunto, España tuvo libre el domingo y Marc Gasol se ausentó el lunes para conocer a su retoño. 

La cosa es que Collet, una vez más, ha dado un clinic a Orenga. El primero fue el año pasado en la semifinal del Eurobasket, pero aún así estuvimos a un triple de Calderón de vencer a un equipo, si no superior, de potencial similar. El segundo ha sido ayer, en cuartos de final de un Mundobasket que se celebraba en casa y sin dar siquiera la opción a discutir el partido. 


Y ahora vamos a ver esa próstata...


Nos han ganado por táctica y por deseo. No se explica de otra forma la brutal diferencia en rebotes (50 a 28, 16 contra 8 en ataque). La defensa gala, con la excepción del tercer cuarto de España, fue también infinitamente superior. Como el juego en equipo (14 asistencias contra 9). ¿Qué decir de la valoración? Pues un sonrojante 55 a 19, con cinco jugadores españoles en negativo. 

Más datos. Dos triples anotados de ventidós intentados. Menos del 50% en tiros de dos. Dos canastas de catorce intentos entre Marc e Ibaka y seis rebotes entre ambos (solo Gobert atrapó trece por los franceses, cuatro en ataque). 

Atenazados, nerviosos y cobardes. Solo Pau y Navarro se atrevían en ataque como lo que son: referentes del equipo. Con más o menos fortuna, pero es que sus compañeros tenían en brazo encogido (seamos justos, Rudy también intentó tirar del carro). Fiados a una salida arrolladora como había ocurrido hasta ahora, el hecho de tener que remar contracorriente fue demasiado para los nuestros. 

Y yo aquí sentado... ¿para qué habré vuelto a la Selección?


Es el recuerdo de aquellos días grises, por no decir negros, de finales de los ochenta y casi toda la década de los noventa. El preludio de lo que está por venir (de eso ya hablaré en la siguiente entrada). Salvando las distancias, esta derrota es comparable al angolazo del 92 o al chinazo del 94. Y el campeonato se salda con un FRA-CA-SO sin paliativos. 

  • ¿Por qué no jugó Felipe Reyes, cuando estaba claro que los rebotes los estaban cogiendo por deseo? ¿Es que Felipón no ha dado muestras sobradas de eso y más? No me creo que no tenga la calidad suficiente para ello.
  • ¿Estaba Pau en condiciones de jugar? No se le vio bien, desde el principio. Hasta ahora, había sido junto a Navarro el principal culpable de las explosiones  anotadoras en el primer cuarto. Jugaba de diez a doce minutos sin descanso. Ayer, apenas seis, sin buscar siquiera el contacto en el interior y refugiándose en su buen tiro de media distancia. 
  • ¿Dónde estaban Marc e Ibaka? El primero, desaparecido. El segundo, jugando más de alero (tres triples fallados) que de pivote y, en defensa, buscando más el tapón que la defensa posicional. 
  • ¿Para qué llevas a tres bases? ¿Por qué no estuvo clara la definición de roles en un puesto fundamental? ¿Por qué Calderón tuvo que jugar la mayor parte del tiempo de escolta?
  • ¿Cómo se ha gestionado el minutaje en los partidos decisivos? ¿Por qué ha tenido que terminar el partido Pau Gasol frente a Senegal? En el último partido de la primera fase, España era primera ganando o perdiendo. Serbia era cuarta ganando o perdiendo. No se beneficiaba ni perjudicaba a terceros. Entonces, ¿por qué no jugar con los Abrines, Claver, Reyes...? Involucrarlos en el equipo al tiempo que se daba un merecido descanso a los reservas. 
  • ¿Qué pasa con Claver? ¿Por qué sacrificamos siempre la defensa del alero alto teniendo a este tío de 2,05 en el banquillo? Se le está ninguneando y el chico tiene minutos en sus piernas (más en lo que está por venir). 
  • ¿Dónde está la capacidad de improvisación desde el banquillo? Por lo que se ve, cero. Ayer se jugó con el mismo plan de siempre, a pesar de que las cosas no estaban saliendo. 
  • ¿Dónde está la capacidad de preparación de los partidos desde el banquillo? Por lo que se ve, cero. Vincent Collet nos ha demostrado cómo un equipo inferior puede, no ya ganar, sino humillar a un equipo bastante mejor.
Estas y otras preguntas las deberán responder Orenga y, por elevación, Sáez. Aunque la Selección únicamente haya pasado la ronda de cuartos en dos mundiales (1982 y 2006), en esta ocasión nadie dudaba de que las semifinales eran el mínimo exigible. 

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