Desde hace un tiempo a esta parte, en la NBA se están tomando muy en serio a los floppers profesionales, diciendo que desvirtúa el juego.
¿Qué es el flopper? Pues ni más ni menos que el que practica el flopping.
¿Y qué es el flopping, diréis vosotros? Pues, ni más ni menos que el arte de exagerar los contactos buscando provocar la equivocación de los árbitros y sacar ventaja al cobrar una falta personal inexistente. En algunos casos, incluso faltas flagrantes (las antideportivas a este lado del charco).
Tradicionalmente ha sido una práctica que los jugadores estadounidenses han criticado mucho, y se ha relacionado con los jugadores extranjeros, principalmente europeos.
No en vano, Vlade Divac podría haber ganado unos cuantos globos de oro en esto del flopping. El Gassman de la liga (ojo, no el hombre del gas, el butanero, sino Vittorio Gassman), que decía el gran Andrés Montes. De casta le venía al galgo, porque los plavi han sido bastante buenos floppers.
Y en la actualidad, un grande del flopping es Manu Ginóbili (como vemos, otro extranjero).
Pero ojo, porque este mal se está extendiendo y caen en él grandes estrellas como Dwayne Wade o...
LEBRON JAMES, King James o The Chosen One...
Para muestra, un botón:
Los hay que son sangrantes ¿no?
Y lo que es más triste es que este tío tiene un físico privilegiado que le permitiría, si quisiera, pasar por encima de cualquier bloqueo o aguantas las cargas de los pivots más rocosos de la liga.
Pero no, él prefiere el flopping...
No es de extrañar que luego se le parodie:
Y eso, sin pasar por la escuela de flopping de John Cena...
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