Hace unas pocas semanas se vivieron dos hechos históricos para el baloncesto español, protagonizados ambos por el mismo personaje: Pau Gasol.
Con apenas unas fechas de diferencia, la camiseta con su número 16 fue elevada a lo más alto del techo del pabellón de Los Ángeles Lakers y Pau fue seleccionado para formar parte de la clase de 2023 en el Salón de la Fama de Springfield, el Olimpo al que acceden los mitos del baloncesto NBA.
No sabría decir el orden de importancia entre ambos hitos. Supongo que eso dependerá de lo que cada uno de nosotros considere.
El primero de ellos es relevante porque la retirada de la camiseta la realiza una de las franquicias más reconocibles en todo el mundo, histórica y en la actualidad empatada en número de títulos con sus archienemigos Boston Celtics.
Añadiría también que los Lakers no se caracterizan por retirar las camisetas a puñados. Basta decir que jugadores tan importantes en diferents títulos de la franquicia como Byron Scott, Derek Fisher o Lamar Odom no tienen la camiseta retirada ni parece que la tengan. Se puede discutir la relevancia de cada uno de ellos en los titulos o en el juego durante su estancia en los Lakers, ya que ninguno de ellos ha sido indiscutible segunda espada del equipo como Gasol, pero no es menos cierto que Gail Goodrich tiene la camiseta retirada y su mayor contribución a la franquicia podría ser su traspaso a los Jazz en el ocaso de su carrera a cambio del pick que llevaría a Magic Johnson a los Lakers en 1979.
Lo que contribuiría a rebajar el nivel de este hecho puede ser que no se trata de un homenaje global sino parcial, de una franquicia en la que hay que reconocer que el jugador pasó sólo alrededor de seis años y tuvo alguna temporada a un nivel bastante discutible, si bien quizá no por su culpa sino de la utilización que de él hizo Mike D´Antoni, casi como los Lakers tras el título de 2010.
Por eso, personalmente elegiría la selección como Hall of Famer de Pau como el logro más importante a título individual conseguido por un jugador español en la NBA.
La elección en la primera oportunidad de Pau para formar parte de tan selecto club, no es algo baladí. Hay jugadores con una carrera por lo menos comparable que todavía no han sido elegidos, a la vez que nombres ilustres del pasado tampoco lo han conseguido todavía. Otros han entrado muchos años después de su retirada, como Toni Kukoc (2021), Bob Dandridge (2021), Paul Westphal (2019), Jack Sikma (2019), Sidney Moncrief (2019) y un largo etcétera.
Si al mismo tiempo ponemos en valor el grupo de elegidos en 2023, con Becky Hammon, Tony Parker, Dwayne Wade o Dirk Nowitzki, que han acompañado a Pau en su selección, la cosa toma un color claro.
En cualquier caso, estemos orgullosos de los logros conseguidos por el que es, sin duda, el mejor jugador español de la historia y uno de los jugadores más dominantes en el baloncesto FIBA que se haya calzado las botas alguna vez.
Estamos ante el colofón brillante a una carrera de 20 años, no solo larga sino de un nivel deslumbrante hasta por lo menos 2017 y que solo las lesiones fueron capaces de precipitar a un final abrupto e indeseado por todos.
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