Ya han pasado unas semanas desde el final de los JJOO de Tokyo, en el que el resultado final ha sido decepcionante, aunque esperado por otra parte.
Un torneo el de este 2021 (aunque se mantuviera el nombre de Tokyo 2020) que ha sido raro desde el principio. El cambio del sistema de juego no me acaba de convencer. En lugar de dos grupos de seis equipos, las selecciones nacionales se dividen en tres grupos de cuatro, para clasificarse los primeros y segundos de cada grupo y los dos mejores terceros. La única nueva norma que veo positiva es la que indica que los cuartos de final se realizarán mediante sorteo (no puro, pues no juegas contra aquellos clasificados de tu mismo grupo).
Confieso que no tenía demasiadas esperanzas después de que Eslovenia cayera en nuestro grupo. No veía al Equipo Nacional capaz de doblegar a la pujante estrella de Luka Doncic. No me equivoqué. Una derrota marcada por la debilidad del juego interior, la (peligrosa) dependencia de Ricky Rubio y un más que evidente deterioro físico del equipo. El planteamiento de Scariolo fue, una vez más, magistral. Gracias a él, a Ricky Rubio y a Claver, España mantuvo la cara al partido hasta casi el final, pero las segundas opciones de Eslovenia y las ametralladoras de Cancar y Prepelic nos abocaron al segundo puesto.
Hasta aquí hemos llegado |
El sorteo, cruel, nos enfrentó a Estados Unidos en un partido que no podíamos ganar, como así se demostró. Otra vez Ricky, record de anotación en unos JJOO con 38 puntos, apoyando esta vez en Sergio Rodríguez y Willy Hernangómez, las notas positivas. Otra vez el planteamiento de Scariolo. Una vez más, derrota ante los USA Boys. Nada nuevo, puesto que desde Indianápolis 2002, nuestros enfrentamientos en los grandes campeonatos se han saldado con una derrota más o menos ajustada. No olvidemos que en ambos Mundobasket cuyas estrellas adornan el escudo de la FEB, fueron otros los que hicieron el trabajo sucio.
A las chicas les pasó algo parecido aunque me parece que más doloroso, tras una primera fase bastante solvente tras la que quedamos primeras de grupo. Buenas sensaciones al vengarnos de Serbia, pero Francia esperaba en el camino. Mal partido, casi siempre a remolque aunque con opciones. Una serie de malas decisiones finales y de mala suerte nos dejó fuera de las semis.
Estos JJOO dejan una serie de titulares:
- Estados Unidos aprende a sufrir para ganar, aunque necesita de una superestrella dominante en el baloncesto FIBA. Kevin Durant está varios escalones por encima del resto y eso bastó para solventar la papeleta. Damian Lillard, por otra parte, distó mucho de su versión NBA y no se adaptó al juego internacional.
- Por fin se hace justicia con Australia. Tras varios años de muy buen baloncesto sin lograr premio (muchas veces fue España quien cerró la puerta con estrépito).
- Francia mantiene el nivel competitivo mientras se va renovando el equipo. Vincent Collet continúa siendo uno de los mejores. La victoria ante EEUU en la primera jornada marcó todo el campeonato. Supieron sufrir hasta el final y mantener opciones de llevarse el oro.
- Doncic es como Nowitzki. Una supernova en medio de un erial. Siendo justos, Eslovenia es bastante mejor equipo que cualquiera de los que acompañó a Nowitzi en sus mejores tiempos. Una federación inteligente, nacionalizando a Tobey que hizo un campeonato de libro. Luka fue claramente de más a menos en el campeonato y ante Francia llegó al final claramente fundido. Aún así, dominador. La decisión de pasar a Prepelic en lugar de jugársela, impecable desde la lectura de la jugada.
Se te va la pinza, muchacho |
Para España masculina:
- Victoria decente ante Japón. Otra ante un equipo argentino en peores condiciones todavía que el nuestro. Dos derrotas ante Eslovenia y Estados Unidos. El balance global no es bueno y se parece demasiado a los años oscuros de la década de los noventa en los que se encadenaban decepción tras decepción en unos campeonatos que demostraban que el baloncesto español no era competitivo .
- Pau Gasol no estaba en condiciones para unos JJOO. A pesar de algunos momentos de esperanza con el Barcelona, no logró mantener las sensaciones en Tokyo. Superado por los interiores eslovenos, una imagen dolorosa por su significado fue su incapacidad para superar a Devin Booker al poste, sacándole casi 25 cm. Su imagen sentado en el banquillo en los últimos minutos de los partidos ante Eslovenia y EEUU, él que siempre ha superado toda adversidad, resulta demasiado dura para su trayectoria y para los que le hemos admirado durante dos décadas.
- Algo más inesperada ha sido la forma en la que Marc Gasol se ha venido abajo en apenas dos años. No porque no hubiera dado señales (sus dos últimas temporadas NBA han sido bastante mediocres), sino porque parecía que iba al tran tran. Pero en los momentos de la verdad no ha tenido fortaleza interior ni acierto exterior.
- Menos mal que Ricky Rubio decidió apuntarse al final. Sin él no hubiéramos pasado de la fase de grupos, o casi. 38 puntos en la final, máximo anotador y en el quinteto inicial. De forma incomprensible, su carrera NBA está en una cuesta abajo imparable desde su salida de los Suns
Hasta la extenuación |
- Los Wolves no dejaron jugar a Juancho, solo para traspasarle a Memphis unas semanas después. Un mazazo anímico y deportivo. Estoy seguro de que Scariolo tenía puestas muchas esperanzas en su polivalencia y juventud.
Lamentamos la decisión de los Wolves |
- Scariolo es otro de los nombres que vuelven a salir reforzados, a pesar del resultado final. Después de su magistral lección en el Mundobasket de China 2019, ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores técnicos del mundo y que su preparación y lectura de los partidos es de 10. En esta ocasión no contó con los mejores mimbres.
- De los demás, inédito López Aróstegui. La vieja guardia respondió en la medida de sus posibilidades, con mención especial para Rudy, Claver y Sergio Rodríguez.
- Garuba no dio más que algún puntual destello de intensidad. Demasiado poco. El hype con el que llegó, seguramente ha sido demasiado injusto. Está por ver las ganas que tenga de sacrificar sus veranos por un equipo que ya no garantiza engordar CV.
- La cascada de retiradas (los Gasol y hoy la del Chacho), más las que se esperan, abren un panorama de futuro bastante gris. Como poco, estaremos lejos de lo que ha sido habitual hasta ahora. En el peor de los casos, se pueden avecinar años en blanco en Mundobasket y JJOO. Los recambios de los que se van están lejos de ellos y la competitividad del equipo se va a resentir.
- ¿Mirotic e Ibaka? Ni están ni se les espera.
Para España femenina:
- Algo huele a podrido en la FEB. Tras la derrota ante Francia, comprensible en términos deportivos, se produce el cese telefónico de Lucas Mondelo. A partir de ahí, las piezas de dominó van cayendo: entrevista a Marta Xargay, supuestamente retrasada su publicación a petición de la FEB, en la que acusa directamente a Mondelo de acoso laboral y provocarle trastornos alimenticios. Anna Cruz sale a los pocos días en su apoyo y declara cosas parecidas. Analizando los últimos meses, algo se podía sospechar: la carta de despedida de Anna Cruz en enero, la retirada sí pero no de Marta, el adiós temporal de Laura Nicholls... Queralt Casas acabó llorando uno de los partidos... la segunda entrenadora apoya a las jugadoras aunque sin quitarse del todo la careta...
Mira, mira... |
- El ambiente interrno del equipo no era el mejor. Se podía ver en la cancha, en el lenguaje corporal... Vale, a toro pasado todos somos catedráticos, pero quien más, quien menos, podía ver que este año no era como cualquira de la última década gloriosa. Da que pensar que ninguna de las demás jugadoras ha apoyado públicamente a sus compañeras.
- En lo deportivo, mención especial para Maite Cazorla, Laura Gil y Cristina Ouviña, las dos primeras a pesar de la mala suerte del partido contra Francia. Del resto, destellos de Alba Torrens que estuvo lejos de ser la jugadora determinante de siempre.
- Las jóvenes Raquel Carrera y María Conde no aportaron más allá de en momentos puntuales, más allá de físico y ganas. El futuro será suyo, porque facultades no les faltan a ninguna de las dos.
- La Federación, y en particular Garbajosa, salen tocados por la forma de manejar todo el embrollo. Si se pidió retrasar la publicación de la entrevista a Marta en El País por no perjudicar al equipo, creo que el fin no justifica los medios. Las jugadoras lo han dado todo por el equipo y merecen algo más.
- El panorama deportivo de la femenina pinta algo mejor que el del equipo masculino, con mayor protagonismo de jugadras jóvenes y un núcleo duro no excesivamente envejecido. Está por ver si será suficiente.
Por último, espero que sea la última vez que soy testigo de algo tan grande como unos Juegos Olímpicos en los que las gradas están vacías. Ha sido desolador, en ocasiones.